PS_NyG_1968v015n003p0321_0338
SERAPIO FERNANDEZ 323 sidad de la población; en el ámbito laboral, las circunstancias di versas que acompañan al trabajo agrícola e industrial; en el medio ambiental, la diferencia de escenarios de la vida urbana y de la vida rural. a) Diferenciación social. La escala de las clases sociales se en cuentra más diferenciada en los ambientes urbanos que en los ru rales. En la ciudad el rico es relativamente más rico y el pobre relativamente más pobre que en los medios rurales. Las clases sociales están menos diferenciadas en la agricultura, y, como tóni ca general, suele predominar una clase media. El punto de com paración es siempre la nación o la región, porque la clase media agrícola de un país muy desarrollado puede figurar como capita lista en comparación con países más primitivos. Los extremos de la pirámide social se encuentran menos distanciados en la agricul tura. Cualquiera que sea el criterio que se adopte: el económico, el prestigio social o el rango de autoridad. Esta relativa homoge neidad de la sociedad agrícola es consecuencia de la menor movi lidad, tanto horizontal como vertical. La endogamia de clases se mantiene efectiva, al impedir que los individuos, de diversas posi ciones sociales, invadan otros niveles de vida. Por contraposición, la ciudad se caracteriza por una mayor mo vilidad en todos los sentidos. Su status social se basa en la profe sión, pero la pobreza de toda clase de vínculos sociales le permite desplazarse más fácilmente en la escala social o en el ámbito geo gráfico. La ciudad le ofrece mejores ocasiones de ascenso, no sola mente por la capilaridad de la estructura social, sino por el cúmulo de medios de educación, de especialidades y de la mayor redistri bución de los papeles sociales y económicos. El status social del labriego no se mide por el éxito económico, sino por la propiedad en el ejercicio de su profesión, conforme a unos valores vigentes en su medio social. Estos valores todavía no se han liberado de la forma de economía de autoabastecimiento, que caracterizó a la economía agrícola durante siglos. La conside ración social se debe a quien atiende a su hacienda y cuida de los suyos conforme a su clase. También, en este sentido, esta diferencia es menos destacada en aquellos países donde la agricultura ha pa sado de ser «familiar» a sociedad comercial 1. Véase Daniel D. V idart , Sociología Rural, t. I, Barcelona-Madrid 1960, p. 393 ss.; T. Lynn S mith , The Sociology of Rural Life, 3 ed. New York 1953, p. 26 ss.; Henri M endras , Sociologie de la Campagne, Paris 1959, pp. 103-106.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz