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E S T U D I O S E s t a d o a c t u a l d e la s o c io lo g í a r u r a l La transformación económica y social, que acarreó la revolu­ ción industrial, afectó muy particularmente las relaciones entre el campo y la ciudad. La balanza, en la proporción demográfica, se inclinó decididamente en favor de los centros urbanos. Los estilos de vida urbano y rural adquirieron contornos propios y diferencia- tivos. La sociedad rural y urbana pasó a definirse casi por contra­ posición. Los cambios operados fueron realmente profundos, lo cual suscitó la curiosidad de los científicos, la nostalgia de los tiempos pasados y la intervención de instituciones públicas. La profusión literaria ha sido tal y de tan variado carácter que ha imposibilitado, con frecuencia, la consideración objetiva y sobria de las cosas. Los intereses eran tan múltiples y complejos, que dificultaban la visión serena de los acontecimientos. La urgencia de muchos problemas dio margen a precipitaciones, en la aplica­ ción, de los remedios y creó la conciencia de que el campo era el símbolo de valores permanentes. En la actualidad van perdiendo su prestigio muchos mitos, el desapasionamiento va limando los intereses particulares y la cien­ cia va desgajándose de consideraciones sentimentales y deslindan­ do los campos del saber. Podemos acometer, con más probabili­ dades de éxito, una demarcación de los campos y un enfoque más especializado de la Sociología Rural. Por de pronto conviene de­ linear la esfera de lo rural y de lo urbano, para precisar, más exactamente, el objeto material de la Sociología de la vida rural. Al mismo tiempo, se hace necesaria una definición más precisa del objeto formal, tan impreciso en los primeros estudios sobre la vida del campo. Con ello podremos ofrecer un punto de referencia, necesario en toda labor sistematizadora, y un centro de cristaliza

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