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2 0 8 O R IG E N D E L A D E S IG N A C IO N " C A M IN O ” . situado el relato de los discípulos del Bautista en Efeso, no obsta a su procedencia siria. En efecto, ésta sería la única noticia de que disponemos según la cual el movimiento del Bautista haya podido extenderse hasta el Asia Menor, dato del que debemos desconfiar. Puesto que las fuentes que nos informan sobre el grupo bautista colocan, fundamentalmente, su propagación en terreno s ir io 25, habría que concluir, lógicamente, que la narración original de los discípu­ los del Bautista tuvo su origen en círculos judío-cristianos de pro­ cedencia siria. En resumen, nos hallamos en presencia de dos tradiciones sobre el empleo absoluto de hodós, que, por vías independientes, nos con­ ducen al mismo lugar de origen: Siria y, en particular, Damasco. Dam. A, 1 , VI, 5 , menciona un éxodo de Esenios desde la tierra de Judá hasta el país de Damasco. Esta emigración dataría, con toda verosimilitud, del tiempo de Alejandro Jennaio. La destrucción de Qumran en el año 68 significaría una nueva oleada esenia hacia el territorio de Damasco. Si tenemos en cuenta que entre Esenismo y Cristianismo no se dio oposición alguna, sino que tanto el movimiento de Juan como el de Jesús encontrarían numerosos partidarios entre los Esenios, sobre todo a partir de la disolución del grupo, comprendemos la facilidad con que denominaciones de los Esenios pasasen, poco a poco, al lenguaje corriente de la primitiva comunidad cristiana. Que el empleo primitivo derive de un influjo esenio aparece manifiestamente en la dependencia de hodós de la apocalíptica judío-cristiana ( Apocalipsis de Pedro, Pastor de Hermas). Son los judío-cristianos quienes han constituido el papel mediador entre esenios y primitivos cristianos. Sin embargo, hay que confesar que el uso absoluto de hodós ha sido recibido únicamente en la tradición cristiana más primitiva («die Paulustradition»), El empleo posterior ha preferido expresio­ nes aclaratorias más amplias. B) Crítica de la posición de E . Repo. a) En cuanto a la fuente Bautista. 1 ) La llamada fuente Bautista es más que dudosa. E. Repo se apoya básicamente en el relato Act. 19 , 1-10 sobre los supuestos discípulos del Bautista. Ahora bien, contra lo que se pretende, 25. E . Repo, Der Weg, p . 37, n . 2; 79.

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