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F L O R E N C IO P R IE T O 2 0 3 bert 10. J. M. Allegro pondrá especial hincapié en la terminología «elección del camino» ( Ibwhrj drk, 1 QS IX, 17 ) ", mientras que F. Nótscher sugiere el tema «apartarse del camino» (srj drk, Dam. A, 1 , I, 13 ) y «luchar contra el camino» (srrj drk, 1 QS 10 , 21 y Dam. A, 1 , 11 , 6 ) “. La analogía se presenta tanto más chocante cuanto que en el judaismo no se da apenas testimonio alguno en favor del empleo absoluto de «camino». Con todo, no sería conducente forzar de un modo excesivo la analogía, visto que el empleo de Actos conserva una singularidad excepcional. Al paso que en Qumran la terminología «camino» se encuentra al servicio de un dualismo dominador, en vano se buscará en Actos algo parecido. Más todavía, la fraseología «elegir, luchar contra, apartarse del camino» no pertenece, en prin­ cipio, al empleo que Lucas hace de «camino». La misma profunda distancia existe entre el empleo que Lucas hace de «camino» como designación de la comunidad y el empleo, claramente dualístico, que reaparece más tarde en los productos del cristianismo judío-hele­ nístico ( Didache, Carta de Bernabé y Pastor de H ermas). Bien considerado, el fenómeno de Actos es único y, tal vez, acen­ tuando en demasía el alcance del empleo dualístico de «camino» en Qumran, R. E. Murphy se siente en la precisión de negar el empleo absoluto de «camino» con valor de designación de la comunidad esenia. Unicamente en el caso de la primitiva comunidad cristiana se trataría de un empleo absoluto con valor de designación B. Sin embargo, parece que hay que desechar el punto de vista de Murphy. El dualismo de Qumran en el empleo de «camino» no está sólo determinado por la línea general del pensamiento esenio dualista sino que se explica más concretamente en un contexto polémico de ataque al judaismo oficial H. Desde este punto de vista las expre­ siones «luchar contra, apartarse del, elegir el camino» revelan el valor de una verdadera designación. 10. J. C a r m ig n a c -P ., G u iijjert , f.es textes cle Quinran, Paris, 1961, p . 65, n. 18. 11. J. M. A llegro , Die Botschaft vom Toten Meer. Frankfurt-Hamburg, 1957, p p . 123-126. 12. F. N ötscher , Gotteswege und Menschenwege in der Bibel und in Qumran (Bonner biblische Beiträge), p p . 78, 100. 13. R. E. M urphy , The Dead Sea Scrolls and the Bible, Westminster, 1957, p p . 86-94. 14. E. R epo , Der Weg als Selbstbeieichnung des Urchristentums, Helsinki, 1964, p p . 65-67.

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