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J . M .a L A S O G O N Z A L E Z 181 dificó dos puntos principalmente respecto a la postura de Sócra­ tes: en primer lugar amplió el campo de su estudio a toda la rea­ lidad sin reducirse al ámbito de las virtudes morales; y en segundo lugar atribuyó a los universales y a las definiciones una existencia independiente del mundo de los seres sensibles; a esas definiciones universales que, según él, existen separadas, las llamó «ideas»; los seres sensibles por participar de las ideas, reciben los nombres de las distintas ideas I8. Opinó Platón de este modo, según Aristóteles, bajo un doble influjo: el de su maestro Crátilo, partidario de la doctrina de Herá- clito, y el influjo de la escuela itálica de los pitagóricos. Platón pensó, como Heráclito, que es imposible la ciencia sobre los seres sensibles, porque están sometidos a continuas mutaciones; por esto hizo las definiciones o las ideas independientes del mundo sensible: de este modo las ideas podrían ser universales e inmutables. Por influjo de los pitagóricos pensó Platón que muchos seres sensibles reciben un mismo nombre por participar de las ideas; y con este «participar» no hizo Platón sino cambiar el nombre a la relación que los pitagóricos establecieron entre las cosas y los números; decían éstos que las cosas ’’imitaban" a los números como si fueran modelos de aquéllas 19. Además de las ideas y de los seres sensibles, dice Aristóteles que Platón admitía una tercera clase intermedia de sustancias, los seres matemáticos; sigue en esto bajo el influjo de los pitagóricos; pero, a diferencia de éstos, Platón asegura que también los números existen separados de lo sensible M. Concluye Aristóteles que Platón se sirvió únicamente de dos causas: la esencia de los seres, que son las ideas, y la materia, que es la «dyáda», lo grande y lo pequeño; y, además, en estos prin­ cipios vio las causas del bien y del mal respectivamente21. No hace Aristóteles en este pasaje alusión alguna a las sugerencias de Platón en torno a las causas eficientes y finales: el demiurgo que hace del caos un cosmos, teniendo como paradigma las ideas e impulsado por la suprema idea del bien, el alma como causa eficiente de mo­ vimiento, e tc .22. Sin embargo, en otros pasajes atribuye Aristóteles a Platón estas doctrinas sobre el origen del cambio: que las ideas 18 . Metaphys. I, 6, 987 b 4 - 10 ; XIII, 4 , 1078 b 30 - 1078 a 4 . 19 . Metaphys. I, 6, 987 a 29 - 34 ; 987 b 10 - 15 ;XIII, 4 , 1078 b 12 - 17 . 20 . Metaphys. I, 6, 987 b 14 yss.; VII, 2 , 1028 b 18 - 21 . 21 . Metaphys. I, 6, 988 a 7 - 17 . 22 . Cf., entre otros, estos pasajes de Platón: Tint. 28 a 30 ; Phaednis 245 c-d.

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