PS_NyG_1968v015n002p0177_0199

198 E L M A R C O H IS T O R IC O D E L A T E O L O G IA D E A R IS T O T E L E S Calipo de Cícico; éste se dedicó con Aristóteles a corregir y com­ pletar la obra de Eudoxo. Aristóteles, al exponer esquemática e im­ precisamente las teorías de Eudoxo y Calipo, llama a éstos, «ma­ temáticos», y dice de la astronomía, que es una de las ciencias ma­ temáticas 91. Y así era, en efecto, la astronomía en la Academia y en el Liceo: la geometría y el cálculo conjugaban y resolvían las obser­ vaciones que se iban logrando hacer sobre las características de los movimientos de los astros. Aristóteles, que se movió con éxito por todo el campo de la ciencia de su época abriendo nuevos hori­ zontes en muchos de sus puntos, no tocó la matemática, a no ser desde el punto de vista de la filosofía de la ciencia o de la lógica; él mismo mantiene su versión sobre el sistema de los astros en el plano de la opinión, confesando que la marcha segura en este terreno de la astronomía, ciencia matemática, debe dejarla para los que estén más versados en la materia92. Había vivido, pues, Aristóteles el nacimiento de la astronomía como ciencia en la Academia y protegía su desarrollo en el Liceo. Había vivido, por consiguiente también, el nacimiento de la teología astral en los útimos años de la Academia. En ambos afanes tan de actualidad había colaborado con sus aportaciones. ¿Qué de extraño, pues, que, a pesar de su convicción sobre la unicidad del cosmos, se vea necesitado a sugerir la posibilidad de una pluralidad de mo­ tores inmóviles que muevan las distintas esferas o los distintos astros? El principio de la heteronomía del movimiento y su teoría sobre el movimiento continuo se oponen a la idea de una pluralidad de motores. Cuando en Phys. VIII analiza el motor inmóvil primero, y luego el primer movimiento, parece estar refutando la posibilidad de que el movimiento de un astro fuera o apareciera continuo sien­ do movido por un sistema de esferas: el motor inmóvil ha de ser inmóvil esencial y accidentalmente para que pueda causar un mo­ vimiento continuo; a su vez, un movimiento sólo es posible si es producido por un solo motor inmóvil, pues un conjunto de ellos causaría un movimiento consecutivo. A pesar de estos principios hay dos o tres pasajes en Phys. VIII, en que alude Aristóteles a una pluralidad de motores inmóviles. En Metaphys. XII las difi­ cultades contra la pluralidad de motoresinmóviles no son meno­ res; y, sin embargo, ahí está el capítulo octavo del mismo libro afirmando la pluralidad. 91 . Metaphvs. XII, 8, 1073 b 3 y ss. 92 . Metaphys. XII, 8, 1074 a 14 - 18 .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz