PS_NyG_1968v015n002p0177_0199

1 7 8 H L M A R C O H IS T O R IC O D F L A T E O L O G IA D E A R IS T O T E L E S 1 . El m o tor inmóvil, causa eficiente del movim iento, y la solu­ ción de Aristóteles al dilema de Parménides. No es necesario re sa lta r la im po rtancia m edu la r que tiene en la filosofía de A ristóteles el problema del cambio en general; su filosofía va ante todo d irig ida a exp lica r este hecho en sus diversas form as, supuestos y cuestiones conexas; a estab lecer los p rin cip io s y causas necesarios para ju stifica r la realidad de lo que camb ia y estud ia r cada uno de estos p rin cip io s o causas. Con la cuestión del cambio com ienzan, y en torno a esta temática giran , los Physica y los Metaphysica. Se d irá que para A ristóteles el «ens mobile» es solamente objeto de las obras física s y que así lo afirm a él expre­ samente con frecuencia, enviando al lector a estas obras cada vez que en los Metaphysica se roza el t em a '. E s to no impide, sin em­ bargo, que también los Metaphysica tengan como punto de partida el hecho del cambio y giren en torno a la temática que de él se desprende: así lo da a entender el m ismo A ristóteles cada vez que plantea su prob lemática m e ta fís ic a 2; los muchos y recientes estu­ dios sobre el tema de la filosofía p rim e ra en A ristóteles al menos están de acuerdo en que trata del ser o seres inmóviles en cuanto prin cip io s del ser móvil o físico 3. A ristóteles, como ya lo h icie ra P la tó n 4, atribuye el origen de la filosofía a la adm iración 5. Ahora bien, el hecho que adm iró a los prim eros filósofos y provocó su deseo de conocer la verdad y la naturaleza de las cosas, según A ristóteles, hubo de ser el hecho del camb io ; este hecho es el que los prim e ros filósofos tratan de expli­ c a r 6. Lo s «físicos» e incluso los p itagóricos y, entre los eleáticos, Meliso y Jenófanes, tratan de exp lica r el problema partiendo ún ica­ mente de un princip io m a te r ia l7; Parmén ides buscó una solución racional («katá ton lógon») y aunque no reso lviera el problema, este nuevo planteam iento significa, según A ristóteles, un gran avan­ ce 8. Lo s platón icos recogen el problema e intentan sa lva r el mundo 1. Cf. p. ej. Metaphys. VI, 1, 1025 b 18 y ss, Phys. 1, 9, 192 a 34-b, 2; etc. 2. Cf. Metaphys. I, 3, 983 b 9 y ss.; Ill; VII, 2, 1028 b 27 y ss.; IX; XII, 1; etc. 3. C f. S. G óm ez N ogales , Horizontes de la Metafísica Aristotélica, Madrid 1955. J. O w e n s , The doctrine of being in the Aristotelian Metaphysics, Toronto 1957. P. A ubenque , Le problème de l'être chez Aristote, Paris 1962, etc. 4. Theaet. 155 d. 5. Metaphys. I, 2, 982 b 12-19. 6. Metaphys. I, 3, 983 b 6 yss.; Phys. I, 4. 7. Metaphys. I, 3, 983 b 6 y ss., sobre los «físicos»; 5, 986 a 15 y ss. sobre los pitagóricos; y 986 b 25 y ss. sobre Meliso y Jenófanes. Cf. la misma doctrina en Phys. I, 4, 187 a 12 y ss.; 2, 185 à 32-b 5; 3, 186 a 4 y ss. 8. Metaphys. I, 5, 986 b 25 y ss.; Phys. I, 3.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz