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1 0 6 D O S A Ñ O S D E F I L O S O F I A E S C O T I S T A (1965-1966) tamente auténticas. Entre ellas elige Alluntis De primo principio y se ciñe a la estructura que de la prueba nos presenta: existencia de una primera Causa eficiente, una última Causa final y una Naturaleza suprema; pertenen­ cia a la misma Naturaleza de aquella triple primacía; Naturaleza que es in­ finita y única. Aparte los detalles de la demostración, expuestos muy al por menor por el autor, dos aspectos de la misma han de interpretarse cuidadosamente para entenderla: el concepto de ente quiditativo (o posible) y el pasaje de la posibilidad de un primer Ser a su real existencia. Ente posible no significa un ser que ni ha existido ni existe, aunque pudiera existir, sino la entidad esencial abstraída de las cosas existentes. De ahí la exactitud de su otra denominación de ente quiditativo. Aquella entidad es real, pues nuestros conceptos abstractos tienen un contenido real. Ello nos faculta también para pasar de la posibilidad de la primera Causa eficiente a su real existencia: «si es posible —concluye la prueba— existe». Pues no se trata ya de una posibilidad meramente lógica y su transición al plano extramental, sino de una posibilidad positiva, enraizada en la posibilidad fáctica de los efectos que arguyen necesariamente la de una primera Causa y su existencia extramental. El argumento anselmiano, retocado por Escoto añadiendo dos veces las palabras «sin contradicción», que neutralizan el criticismo de Gaunilón..., puede servir de argumento probable, pero después del retoque ya no es el argumento original. Sólo a posteriori podemos probar la existencia del má­ ximo Pensable. Otra cuestión es la de si habría admitido Santo Tomás la prueba esco- tista. Contra quienes lo niegan (Bettoni, J. Owens, etc.) o lo dudan (Gilson), el autor responde, con A. B. Wolter, afirmativamente, pues no ve incompa­ tibilidad entre los supuestos de la demostración escotista y la filosofía to­ mista. El mérito principal de esta prueba es el de su completez y riguro­ sidad. Dios es sólo el Infinito, con lo que esquiva ciertas objeciones a las pruebas tomistas. Mas su excesiva complicación le resta poder de convicción. El autor propondría retoques, reduciendo su estructura a estos momentos: 1) Se da un primer ser con la triple primacía. 2) Tal ser es infinito. 3) Es único. Luego Dios existe 39. 38 G . S c h e lte n s , Una sola vía y ¡Dios a la vista! Presenta la estructura de la prueba escotista de la existencia de Dios, destacando de soslayo algunas de sus ideas fundamentales. Dicha prueba tiene, como trasfondo, toda la metafísica de Escoto, como ocurre, respec­ tivamente, con las pruebas tomistas. Estas presuponen que todo ser parti­ cular es necesariamente participación del ser ilimitado (el esse commune) y, últimamente, del ipsum esse subsistens. Escoto, en cambio, no habla de tal participación ni de un esse subsistens. Para S. Tomás el esse significa 39. F. A l l u n t is , Demonstrability and demonstration of the existence of God, e n John Duns Scotus, 1265-1965..., 133-170 (cf. n o t a 9).

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