PS_NyG_1968v015n001p0075_0116

9 6 D O S A Ñ O S D E F IL O S O F IA E S C O T IS T A (1965-1966) 25 C. K . Brampton, ¿ Solución de continuidad entre E sco to y Ockham? Mucho se ha escrito (y no poco disparatado) sobre las relaciones entre estos dos grandes maestros de la escuela franciscana. Brampton se pregunta en qué grado podemos ver en el pasaje del realismo al nominalismo un legado de Escoto a Ockham. Puesta a salvo la objetividad de los universales por sus predecesores y por él mismo, Escoto sale, sin embargo, ante todo, por los fueros del indi­ viduo. En el problema del conocimiento sus conclusiones serán respuesta a estos interrogantes: ¿qué conocemos? ¿cómo lo conocemos? ¿qué garantía tenemos de que lo conocido es objetivo? En conexión con la primacía del individuo, Escoto contestará con una teoría de la intuición, que Ockham adoptará y adaptará a las exigencias de su propia filosofía. «La teoría del conocimiento intuitivo tal como Escoto la empleó fue revolucionaria» (p. 456). El autor expone minuciosamente las gnoseologías escotista y ockha- mista, de modo especial la diferencia entre conocimiento abstractivo e intui­ tivo (pp. 454 ss.) y acerca del principal interrogante del qué y el cómo cono­ cemos afirma que Escoto y Ockham nos cuentan la misma historia, pero en un género literario harto diferente. «Conocemos los singulares fuera de la mente mediante dos clases de conocimiento, uno intuitivo y otro abstrac­ tivo... Además, existe el universal, clave del conocimiento científico. El universal actual reside sólo en la mente. Respecto del potencial, mientras Escoto acentúa su presencia en el objeto de las percepciones sensoriales, Ockham lo evita, abriendo así la puerta a todas aquellas consideraciones erróneas que se había propuesto eliminar». La deuda de Ockham a Escoto es de cuantía, pues sin la doctrina del conocimiento intuitivo en estrecha colaboración con el abstractivo, una gran parte de la obra de Ockham carecería casi enteramente de valor. Su propia contribución consistió en hacer ver que la ciencia no trata de cosas, sino de signos que significan cosas, mientras que la lógica trata de signos que reemplazan a signos... En más de un aspecto fue Ockham legado de Escoto, pero no siempre puede preverse lo que hará el beneficiario con el dinero que recibe. Hay un punto de importancia extraordinaria en que la meta­ física de Escoto se hace realidad en manos de Ockham: en la emergencia del individuo en la sociedad 27. 26 B. M. B onansea , E l primado de la voluntad. El entendimiento y la voluntad no se identifican con el alma (E. de Gante), pero tampoco se distinguen realmente de ella (S. Tomás), sino que se contienen y coexisten en el alma unitivamente y sólo formalmente se dis­ tinguen de ella. La voluntad es para Escoto el apetito racional y libre por esencia. La 27. C. K. B rampton , Scotus, Ockham and the theory of intuitive cognition, en Ant. 40 (1965) 449-466.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz