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G . Z A M O R A - G . D E S O T IE L L O 9 5 objeto propio, proporcionado, naturalmente, a nuestro conocimiento. El objeto adecuado, presupuesto de todo conocimiento particular, incluido el de Dios, es el del ser unívoco, que es el que adecúa a nuestro intelecto «ex­ natura potentiae». Los límites de nuestro conocimiento de Dios son los límites de la metafísica posible en esta vida. Pero al poner al ser como término natural de nuestra inteligencia, ha cerrado la puerta al agnosticismo y a toda clase de sujetivismo. La diferencia con S. Tomás no es sustancial si te­ nemos en cuenta los textos de la Summa, que hablan del ser como «primum cognitum» 24. 23 G. de S otiello , De primeros principios y primeras vivencias. Escoto parte del planteamiento del problema crítico del conocimiento tal como había sido enfocado por los agustinianos. Se muestra en desacuerdo con la respuesta aportada por ellos y reduce su labor a hacer resaltar algunas clases de verdades sobre las que no es posible mantener la duda: la certeza de los primeros principios, el valor científico de la inducción y la certeza que nos viene de nuestras vivencias. En cuanto a las primeras, destaca Escoto el elemento activo o la actividad veritativa del entendimiento, frente a los que veían en el conocimiento intelectual una simple espiritualización del material que nos llega por medio de los sentidos. Respecto de la induc­ ción, ésta postula dos premisas: la experiencia repetida en circunstancias diversas y un principio metafísico. Acerca de las propias vivencias «dico quod est certitudo sicut de primis et per se notis». Escoto se muestra cau­ teloso acerca del testimonio de los sentidos. La luz eterna, que tanto papel desempeña en los agustinianos, no queda descartada, pero concurre sólo como causa remota 2S. 24 A. M archesi , ¿E sco to , teórico del m étodo inductivo? Tomando como base la doctrina que expone Escoto en la distinción tercera del libro primero del «Opus», y colocando en dos columnas paralelas el texto de la «Lectura Oxoniensis» y el de la «Ordinatio», el autor concluye que Escoto distingue varios grados en el conocimiento cierto obtenido de la experiencia: el simple conocimiento experimental, unido al principio de la regularidad estadística de la naturaleza, y el conocimiento que se obtiene mediante el análisis de diversas hipótesis, que nos lleva a una exposición y justificación más profunda y racional. Este último nos da un conocer «propter quid». Escoto teoriza, antes que F. Bacon, acerca del método in­ ductivo 26. 24. A . C o c c ia , Oggetto e limiti della conoscenza umana nel pensiero di Duns Scoto, e n Mise, frane. 66 (1966) 339-356. C f. n . 14 d e e s t e b o le t in . 25. G . de S otiello , El problema critico en Escoto, e n Nat. Grac. 13 (1966) 345-353. 26. A . M archesi , La conoscenza della natura nella filosofia di Duns Scoto, e n La filosofia della natura nel medioevo (M ila n o , 1966 ) 550-559.

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