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G . Z A M O R A - G . D E S O T IE L L O 9 3 afirmar que la presencia en las cosas de la naturaleza común es condición necesaria no sólo para entenderlas, sino que es también un componente real de las cosas mismas, aun cuando ningún entendimiento actúe. La posición de Escoto es realista, la de Kant es subjetivista. Por tanto, el fundamento de lo comunitario en las cosas se sitúa en la naturaleza misma de la cosa tomada en su propia entidad y unidad. A lo común se une lo individualizante. Rechazados los varios principios de individuación sugeridos por otros, Escoto sólo ve una solución viable y suficiente: la de que el individuo posea una intrínseca unicidad, sea inefa­ blemente «éste» y sólo él. El término haecceitas es usado por él poco más de un par de veces. Cada cosa concreta resulta del connubio indisociable de ambos extremos entre los que media únicamente distinción formal: naturaleza común y hecceidad. Esta es por principio indescriptible, ya que ninguna generalización apresa su irreductibilidad. En la marcha del ser todo tiende al individuo: de los géneros a las especies, y de éstas hacia la concretización más perfecta del ser en sus singulares 21. 20 J. C erqueira G., De la contingencia a la libertad. Para entender la metafísica de Escoto y el modo cómo modifica los con­ ceptos esenciales de la misma, es preciso calar en la relación que establece entre univocidad, sentido de la creación, contingencia, distinción entre esen­ cia y existencia, etc. Partir de la distinción real entre esencia y existencia podría comprometer la radicalidad de la creación «ex nihilo». Y la razón es que «productio rei secundum illud esse essentiae verissime est creatio». No sería total la dependencia respecto de la voluntad divina, y por lo mismo no sería radical la contingencia, si esa voluntad libre no alcanzase al ser mismo de la esencia. Al acentuar la libertad divina no intenta sólo salvaguardar la divina trascendencia, sino la misma libertad humana. Pero una vez que se ha llegado desde Dios a la creatura, ya acepta Escoto hablar de la distinción de esencia y existencia, aunque sólo se distinguen «sicut quidditas et modus». En el concepto de contingencia no se muestra únicamente el lado defi­ ciente de la creatura, sino su lado positivo. «Contingentia est modus positi- vus entitatis». En esa contingencia se halla la base del valor del individuo, sobre todo del individuo humano, con su libertad 22. 21. J. R. C r e ssw e l l , Duns Scotus and the common nature, e n John Duns Scotus (1265-1965), 122-132 ( c f . n o t a 9 ). 22. J. C erq ueira G on salves , A contingència da natureza e a distingao de essència e existència no pensamento de Joào Duns Scoto, e n Itiner. 11 (1965 ) 343-349; Id., e n La filosofia della natura nel medioevo, 478-484 (e n fr a n c é s ).

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