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GERARDO ALONSO D E F I L I E L 3 3 7 La razón p a ra p re sen ta r este ejemplo es que, hace solamente dos años, esbozaba Pablo VI, en su Exhortación Apostólica al Ep is­ copado de veinte naciones iberoam ericanas, un estud io sobre los diversos facto res religiosos, políticos, económicos y sociales de aquella región, en orden a un más eficiente trab a jo apostólico de la Iglesia. Con este motivo, alude a las desigualdades in ju stas de Iberoam érica, al clam o r de sus pueblos que viven inhum anam en te en muchos casos 7. Bajo estas alusiones del Papa late un estado de cosas lam en tab le que él no aclara en el documento, pero que segu ram en te conoce a perfección, po rque es del dom inio público. El nom b re que se le ha dado a esta situación es «esclavitud». Exa­ m inémosla brevemente. N o rteam érica e jerce actualm en te una decisiva influencia en Ibe­ roam érica; la considera, p rim eram en te, como una un idad política. Dada la situación económica y social respecto a E stados Unidos, Iberoam érica, po líticamen te, le es incondicional po r necesidad, y esta realidad favorece enorm em en te a No rteam érica, po rque le da un amplio m argen p a ra su política ex terio r y pa ra su comercio, a costa, claro está, de la independencia nacional y de los intereses m ás sagrados. Po r esto, en los pueblos latinoam ericanos no se pue­ den llevar a cabo las necesarias refo rm as sociales po rque no ag ra ­ dan a E stados Unidos. No se puede in c rem en ta r el comercio con o tra s naciones, p o r la m isma razón. No se puede in te n ta r el des­ a rro llo , po rque E stados Unidos se queda ría sin esa valiosa ayuda que le p re sta el subdesa rro llo iberoamericano . Igualm en te, N o rteam érica considera a América Latina como una un idad de producción . Y en este aspecto, casi toda la p roduc­ ción iberoam ericana y su comercio h an de subo rd ina rse a los in te­ reses de E stados Unidos. Estos abso rben o con tro lan casi todo el comercio de m ate rias prim as. Iberoam é rica expo rta a E stados Uni­ dos fibras vegetales, lana, cacao y petróleo. En cambio, le compra p roductos m anu factu rado s co rrespond ien tes: tejidos, chocolate, gasolina. Pero adv ierte el Papa en la encíclica que e sta fo rm a de comercio p e rjud ica a las naciones pob res y favorece en demasía a las ricas, po rque, deb ido al progreso técnico, los p roductos m anu ­ fac tu rado s suben con tinuam en te de precio y encuen tran fácilmente comercio, al paso que las m ate rias p rim a s van siendo dep re­ ciadas 8. 7. Exhortación Apostólica de Pablo VI, 24 de noviem bre de 1965, en Concilio Vaticano II, Constituciones. Decretos. Declaraciones. Legislación posconciliar. BAC, 3.” e d „ pp. 1.043-1.055, nn. 45, 46, 50. 8 . P. Progressio, n. 57.