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348 S E N T ID O S O C IA L D E LA "PO P U LO R UM P R O G R E S S IO ” EXIGENCIAS DEL DESARROLLO. Todo lo dicho h a sta el momento nos hace p en sa r en un p ro ­ fundo cambio de modo de enfocar las cosas y de realizaciones p a ra rem ed iarlas, con alcances que quizá hoy ni podemos sospechar. Desde los días de Pío X II se nos viene hab lando con insistencia de cambios radicales en casi todos los aspectos de la vida hum ana. Juan XX III, en la Mater el Magistra, hab la sin vacilaciones de p ro fundas innovaciones, ya en el in te rio r de las comun idades polí­ ticas, ya en sus m u tuas relaciones, tan to en el campo científico, técnico y económico, como en el social y el político. Y le ofrecen especial relieve las mu taciones ob radas en el o rden in ternacional: El ocaso de los regímenes coloniales y la independencia po lítica que han ob ten ido los pueblos de Asia y Africa. La m u ltip licación com­ pacta de las relaciones en tre los pueblos, y la intensificación de su in terdependencia. El nacim ien to y desarro llo de un a red cada día más rica de organismos de dimensiones mund iales, con tendencia a in sp ira rse en c riterio s sup ranacionales, con fines económicos, so­ ciales, cu ltu rales y po líticos 3S. En la m isma encíclica, Juan XX III apun ta ya una nueva direc­ ción u orien tación de la ju stic ia y equ idad h ac ia el o rden in te r­ nacional, afirm ando que el desarro llo de la h isto ria dem uestra, cada vez más, cómo las exigencias de la ju stic ia y la equ idad con­ ciernen tamb ién , en el plano mund ial, a las relaciones en tre países en diverso grado de desarro llo económico-social 39. Más adelan te, y más extensamente, nos hab la con toda c laridad del g ran p rob lem a de hoy: el desequ ilibrio en tre las naciones des­ a rro lladas y las que se ha llan en vías de desarro llo . De las eno r­ mes desigualdades en tre estas naciones. De las exigencias de ju s ­ ticia y hum an idad de que unas ayuden a o tra s u rgen tem en te pa ra sacarlas del subdesarro lío . De que sea un a cooperación desin tere­ sada, no buscando el provecho p a ra el p redom in io económico o po lítico ‘l0. El Vaticano II tam b ién avisa al m undo sob re estas oposiciones y diferencias en tre los pueblos que hacen pelig rar la paz del mundo, y sin vacilaciones afirm a que «son necesarias muchas refo rm as en 38. AA S 35 (1961), pp. 412 y 413. 39. Ibidem, p. 431. 40. Ibidem, p. 440 ss. L éan se detenidam ente estas págin as de la Mater et Ma­ gistra, qu e parecerán escritas p ara hoy, m uy a tono con ias ideas exp uestas en la P. Progressio.

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