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GERARDO ALONSO D E F I L I E L 3 4 7 el hom b re es su jeto , fin y fundam en to del desarro llo . El hom b re y su desarro llo se cond icionan m u tuam en te, de la m ism a m ane ra que se condicionan el hom b re y la sociedad. CONDICION G EN ERA L DEL DESARROLLO. Pablo VI p ronuncia una solemne afirmación : «El desarro llo in teg ral del hom b re no puede da rse sin el desarro llo so lida rio de la hum an idad 35. Cada uno de los hom b res pe rtenece a la hum a ­ n idad en te ra, a firm a tam b ién el Papa en la encíclica 3é. Es concep to filosófico comúnm en te adm itido que el hom b re no puede ad q u irir su desarro llo viviendo ind iv idualm en te. Todo el desenvolvim iento que en e sta fo rm a de vida ind iv idual adqu iriría c ie rtam en te sería muy lim itado y un ila te ra l. La condición de ser social a rr a s tr a al hom b re a la vida en sociedad, y ésta debe llena r las exigencias del hom b re como se r en desarro llo . El derecho y el deber del perfeccionam ien to han de sa tisfacerse en el plano de la vida social, con igualdad de condiciones p a ra todos los individuos y p a ra todos los pueblos. El Concilio adve rtía que, aunque el desarro llo debe pe rm anecer b a jo el con tro l hum ano , no puede qu ed a r en m anos de unos pocos, hom b res o naciones; p o r el con tra rio , en todo nivel, debe d irig ir el d esarro llo el m ayo r núm ero posib le de personas y de naciones. Esto im po rta , na tu ra lm en te , unas condiciones que el mundo de hoy está muy lejos de poseer: buena vo lun tad , h e rm andad en tre hom b res y pueblos, desp rend im ien to , gu e rra al egoísmo, a la p re ­ ponderancia y al dom inio. Exige un camb io casi to ta l de m en ta ­ lidad y de actuación. No pueden sostenerse doctrinas ni prácticas que sacrifican ciertos derechos fundam en tales de la pe rsona en a ra s de la organización colectiva de la producción , o en a ra s del d inero , del cap ital, de la dom inación po lítica o económ ica sobre los demás 37. E s ta condición «social» del desarro llo hum ano nos p resen ta al hom b re inm erso en la vida social realizando su vocación n a tu ra l a la sociedad. 35. Ibidem, n. 43. 36. Ibidem, n. 17. 37. Gaudium et Spes, n. 65.