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S. G O N Z A L E Z D E C A R R E A 3 1 9 en esta frase: «El origen del cristianismo no es el kerigma, no son las experiencias pascuales de los discípulos, no es la idea de Cristo, sino un acontecimiento histórico, es decir, la venida del hombre Jesús de Nazaret y de su mensaje. Quisiera recalcar espe­ cialmente esta última expresión —su mensaje—. El «evangelio» que anunció Jesús está antes que el kerigma de la comunidad primi­ tiva» 35. Es necesario vo lver a Jesús, seguir el camino que nos lleva hasta él. Esta reconstrucción o captación, aunque implica siempre un fuerte subjetivismo, es hoy más factible que nunca, debido a una serie de favorables circunstancias: afinamiento de la crítica literaria, la morfocrítica, un mejor conocimiento del mundo am­ biente (concepciones religiosas, costumbres, literatura rabínica, lite­ ratura apocalíptica, literatura de Qumrán). Dichos estudios han per­ mitido el que podamos apreciar mejor la cortante oposición de Jesús en relación con la piedad de su tiempo. A esto hay que aña­ dir el dominio más perfecto que se tiene de la lengua materna de Jesús, el arameo-galileo, y el descubrimiento del carácter escatoló- gico de su mensaje. Este cúmulo de factores han empujado a J. Jeremías a la búsqueda de las ipsissima verba Jesu 36. En la apreciación de la autenticidad, aunque concede influjo transformante a la comunidad primitiva y tiene en cuenta el tra­ bajo redaccional de los evangelistas, no comparte la actitud escép­ tica de Bultmann y su escuela 37. Piensa que en muchísimos casos se puede descubrir la forma primitiva, original de! dicho de Jesús, a través de la forma griega actual. En todas sus obras sobre los dichos evangélicos ha sabido resaltar magistralmente el fondo ara- maico. Véase, por ejemplo, el comentario a Mt. 23 , 15 3S. Otros rasgos distintivos del lenguaje de Jesús son el uso del término Abba ( = Padre mío, en forma vocativa); el empleo de amen como introducción y refuerzo de los propios discursos; las pará­ bolas, la manera de emplear el ritmo, el frecuente recurso a la forma pasiva del verbo para evitar el nombre de Dios, el parale­ lismo antitético y también la triplicación 39. Junto a estas caracte­ rísticas formales, juega un papel importante el contenido, que res­ ponda a la originalidad de su mensaje 40. 35. Der gegenwärtige Stand der Debatte um das Problem des historischen Jesus, en Der historische Jesus und der keriygmatische Christus, p. 18. 36. Ib., pp. 20-24. 37. Ib., pp. 16-19. 38. Jesus et les pa'iens. N euchatel-Paris1965, pp. 15-16. 39. Kennzeichen deripsissima vox Jesu, en Synoptische Studien, en h o n o r de A. W ikenhauser. M ünchen 1953, pp. 92-93. 40. Ib., p. 92.

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