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S. G O N Z A L E Z D E C A R R EA 315 La actitud con respecto a la autenticidad de los dichos sinópti­ cos, no es uniforme en los diversos representantes del método. Conocidas son las diferencias entre M. Dibelius y R. Bultmann a la hora de apreciar el mayor o menor fondo histórico de los dichos evangélicos. Pero tanto uno como otro, ponen de relieve los nume­ rosos factores comunitarios, ambientales que han influido decisi­ vamente en la formación de la tradición evangélica. Bultmann se muestra, por lo general, mucho más desconfiado, recalcando más el elemento creador de la comunidad. Los criterios de autenticidad son, en principio, bastante claros en la obra bultmanniana. Como es sabido, Bultmann, después de un análisis de todos aquellos trozos pertenecientes a un mismo género, dedica un apartado extenso al estudio de la forma e historia del género en cuestión. En este sen­ tido ocupa un lugar importante la preocupación por la autentici­ dad 16. El criterio que repetidamente se esgrime como decisivo, lo podemos enunciar así: Es jesuano aquel dicho sinóptico que en­ cierra las siguientes condiciones: 1) que se oponga a la mentalidad del judaismo de la época; 2) que no responda, por otra parte, a las tendencias conocidas de la comunidad cristiana en sus diversas formas y etapas; 3 ) que refleje el acento escatológico característico de la enseñanza de Jesús 17. Con todo, el mismo Bultmann reconoce que no se trata de un criterio infalible e inapelable. Pues, por una parte, Jesús ha podido usar e incorporar en su predicación dichos e ideas del judaismo, sobre todo del judaismo apocalíptico, con el cual guarda una espe­ cial relación el anuncio del reino 1S. Por otra parte, la comunidad ha podido escoger para expresar sus tendencias características dichos originarios de Jesús. No es fácil evitar en esta cuestión todo margen de duda. Bultmann reconoce que en los sinópticos se puede descubrir un estrato primitivo, que remonta a la comunidad aramea palestinense, muy cercana a Jesús N. Y a base de ese estrato pri­ mitivo reconstruye lo que él llama «la predicación de Jesús», que llena el primer capítulo de su Teología del N. T. y constituye el 16. Cf. Die Geschichte der synoptischen Tradition. 3. A u fl. m it Ergänzungsheft. G ö tting en 1957. 17. Ib., pp. 51-56; 105-113; 132-138; 165-176; 219-222. 18. Cf. Ph. Vielhauer, Apokalyptik des Urchristentums, en E . Hennecke, Neutes- tamentliche Apokryphen. 3. A u fl. herausgegeben von W. Schneem elcher. II. B and. Tübingen 1964, p. 428 ss. S obre el m ovim iento a p o ca líp tico en general y su presencia en el N T véase la o bra de D. S. Russel, The Method and Message of Jewish Apo­ calyptic. L o n d re s 1964. 19. Cf. R. Bultmanns, Jesus. Tübingen 1951, p. 15.

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