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326 C R IT E R IO S D E A U T E N T IC ID A D . Semejantes a los anteriores son los dichos que no deriven di­ rectamente de Jesús, sino de su enseñanza, interpretada y adaptada por la comunidad cristiana. Tanto en unos como en otros influyó el carisma profètico. En un sentido muy verdadero se trataba de dichos de Jesús, aunque no los hubiera pronunciado nunca el Jesús de la historia. Finalmente, creo que no se puede desechar la posibilidad de que ciertos dichos, que en su origen no han tenido nada que ver con Jesús ni con su enseñanza, hayan entrado más tarde en la tradi­ ción evangélica. Sin duda se trata de un caso límite y muy redu­ cido. Pero hay que contar con él. EXAMEN DE LOS CRITERIOS. El estado actual de los dichos, dada su historia y redacción final, justifica plenamente el que ante cualquier dicho evangélico se pueda y deba plantear el problema de la autenticidad jesuana, en mayor o menor grado. ¿De qué criterios disponemos para co­ nocer lo auténtico de Jesús en la forma actual de los dichos? Según una cronología de la composición de los evangelios que juzgamos más probable, entre el dicho cuando lo pronunció Jesús y la re­ dacción final, han pasado para Me. unos 40 años y para Mt. y Le., unos 50 . Por otra parte, la comunidad transmisora ha sufrido eta­ pas de vida muy diversas: comunidad aramea, comunidad helenís- tico-palestinense, comunidad judío-helenística, comunidad pagano- cristiana. Y aunque la historia de la tradición, en la que juegan un papel importante los testigos presenciales, pueda justificar una confianza de base, esto no basta cuando queremos conocer con exactitud cuál es el pensamiento, la intención original de Jesús. A continuación, pasamos revista a los criterios más importantes que se suelen esgrimir, intentando valorar su aportación efectiva. Criterio negativo. Lo podríamos formular así: Es jesuano aquel dicho sinóptico que no responde ni al ambiente y concepciones del tardío judaismo ni a las tendencias características de la pri­ mitiva comunidad cristiana. El criterio, tal como lo enunciamos, es adoptado por todos los morfocríticos, que le dan un uso casi exclusivo 55. El criterio tiene su razón de ser en la naturaleza de 55. Cf. E. Lohse, o. c., p. 168; E. Kaesemann, Exegetische Versuche und Besin­ nungen I, p. 205; H . Conzeuuann, A rt. Jesus Christus, en RGG-\. III, p. 623.

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