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S. G O N Z A LEZ D E C A R R EA 321 La actitud interrogante frente a la autenticidad, común a la exégesis católica y protestante, viene exigida por una serie de ele­ mentos que se deben tener siempre en cuenta. Es común el reco­ nocer que la penetración hasta el Jesús histórico no es fácil. El camino de ese conocimiento es mucho más complicado de que lo que suponía la exégesis y la apologética tradicional. Existen unos hechos, generalmente admitidos, que han hecho muy problemático nuestro acceso al Jesús de la historia. Indicamos brevemente esos hechos principales. El trabajo redaccional de los evangelistas. Es la primera reali­ dad con que tropieza un lector crítico de los evangelios. Numerosos escritos modernos, algunos de última hora, han puesto de relieve la concepción personal de cada evangelista, que ha sabido expre­ sarse a través de la materia tradicional contenida en las diversas fuentes orales o escritas que incorpora a su obra 44. Esta actividad redaccional de los evangelistas no se restringe a un simple trabajo de ordenación de material, acoplamiento, revestimiento literario, un mayor o menor número de adiciones, omisiones, etc. Todo esto no es más que la manifestación externa de un proceso interior mu­ cho más profundo. Es toda la materia evangélica, la misma persona de Jesús la que se contempla desde ángulos y perspectivas dife­ rentes. Los evangelios, en su forma actual, expresan ante todo la situa­ ción en la que escribe y para la que escribe el evangelista. Lo cual es aplicable tanto a la estructura general de la obra como a cada relato o dicho en particular 45. Esto nada tiene de extraño desde el momento que se admite que los evangelios no son biografías en sentido estricto, sino presentaciones de Jesús a partir de la fe de la comunidad, interpretaciones de la historia de Jesús 46. De este hecho se deduce una conclusión importante para nuestro pro­ blema: que los dichos evangélicos han sufrido una adaptación pro­ funda en manos del evangelista. Ciertamente esta adaptación no exige que el dicho haya cambiado mucho en su materialidad. Lo ELEMENTOS DEL PROBLEMA. 44. Cf. S. Gonzalez de Carrea, El método histórico-redaccional en los evangelios sinópticos, en NaturGrac 11 (1964) 205-225. 45. Ib., pp. 217-218. 46. Cf. F. Mussner, Der historische Jesus und der Christus des Glaubens, en B Z 1 (1957) 224.

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