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3 2 0 C R IT E R IO S D E A U T E N T IC ID A D . Encontramos una actitud más conservadora en aquellos ambien­ tes exegéticos donde la morfocrítica ha hallado más resistencia. Un caso típico es la posición de la llamada «escuela de Upsala», re­ presentada principalmente por H. Riesenfeld y su discípulo B. Ger- hardsson 41. De su manera de concebir el origen de la tradición sinóptica, según un proceso análogo al de la tradición oral rabí- nica, se sigue la confianza de principio en la fidelidad histórica de los dichos. Semejante es la concepción de algunos exégetas anglo­ sajones: W. Manson, T. W. Manson, C. H. Dodd, W. D. Davies 42. Entre los exégetas católicos, aunque tradicionalmente ha do­ minado la aceptación de la plena historicidad, se ha producido en los últimos años un cambio significativo, como resultado de la ad­ misión de los principios literarios del método morfocrítico. Hoy son muchos los estudiosos católicos que cuentan con la posibilidad de que determinados dichos evangélicos puestos en boca de Jesús sean en realidad producto de la comunidad cristiana primitiva. Con todo, sigue para ellos válido el principio de que la autenticidad se supone, mientras no haya fuertes argumentos literarios e his­ tóricos en contra. Entre los autores más característicos enumera­ mos los siguientes: F. Mussner, A. Vógtle, R. Schnackenburg, W. Trilling, H. Schürmann, J. Dupont, S. Légasse, P. Benoit, X. Léon- Dufour, M. Zerwick 43. 41. H . Riesenfeld, The Gospel Tradition and its Beginnigs. Lon dres 1957; B. Gerhardsson, Memory and Manuscript, Oral Tradition and Written Transmission in Rabbinic Judaism and Early Christianity. Uppsala 1961; Idem, Tradition and Transmission in Early Christianity. L u n d 1964. E ste ú ltim o trabajo , m uy breve — 47 páginas— es una respuesta a la dura c rític a que M . Smith dedicó a la obra ajnterior, en el a rtícu lo A Comparison of Early Christian and Early Rabbinic Tra­ dition, en J B L 82 (1963) 169-176. 42. Com o ejem plo citam o s la obra de W. D. Davies, The Setting of the Sermon on the Mount. Cam b ridg e 1964. Especialm en te pp. 415 ss. 43. E n la Instrucción de la Pontificia Comisión Bíblica del 21 de a b ril de 1964 se exhorta a los estudiosos de los evangelios a que sean diligentes en «ser­ virse de los nuevos m edios de exégesis, especialm ente de los ofrecid o s p o r el m étodo h istó rico universalm ente considerado». «De los nuevos estudios se deduce que la vid a y la do ctrin a de C risto no fueron sim plem ente referidas con el ún ico fin de co nservar su recuerdo, sino predicados p ara o fre ce r a la Iglesia la base de la fe y las costum bres». E n lo referente al m étodo m o rfo crític o , dice: «Donde convenga le será líc ito a l exégeta exam inar los eventuales elem entos p o sitivo s ofrecid o s p o r el m étodo de la h is to ria de las form as, em pleándolo debidam ente para un m ás am p lio entendim iento de los evangelios» (Texto castellano en Ecclesia, 30 de m ayo de 1964).

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