PS_NyG_1967v014n002p0205_0229

2 0 8 LA F IL O S O F IA C A T O L IC A V IS T A D ESD E LA U .R .S .S . PATRISTICA. No cabe duda que existe un in te resan te p rob lem a respecto a la P a trística y su relación con la filosofía. Pero los com un istas han desenfocado el tem a desde un princip io . Se nos dice que los Padres de la Iglesia al p rinc ip io ... afirmaban la incom patib ilidad de la fe religiosa con la filosofía an tigua (DF, Patrística). Pues bien, la ac­ titu d general de los p rim eros siglos de la Iglesia fue ju stam en te la con tra ria . Los p rim eros pensadores cristianos estaban convenci­ dos de la analogía existente en tre las doctrinas b íb licas y las de los filósofos paganos. Ya San Ju stino escribió que la filosofía «es en realidad un b ien sumo y muy precioso delan te de Dios: sólo ella nos lleva y nos une a Dios; y aquellos que se dedican a la filosofía son ve rdade ram en te santos». Cierto que la revelación nos esclarece aquellas verdades a las que la razón hab ía llegado im perfectam en te; pero la ac titud p ri­ m era de los Pad res fue la confianza en la razón. La razón, según ellos, no sólo encam ina hacia el cristian ism o , sino que nos lleva a una m ejo r comprensión de la verdad c ristiana. Es la ac titud que adop tan los Pad res A lejandrinos y Capadocios. Forma excepción la po stu ra de Tertu liano , mal rep re sen tan te en todo caso del cato ­ licismo, al que abandonó 2. El único San to Padre al que se p re sta atención es San A g u s t í n . La exposición de las doctrinas de este doc to r puede queda r resu ­ m ida en tres afirmaciones, las tres falsas. La p rim e ra es: «Toda su concepción del mundo p resen ta un ca rác te r netam en te fideísta y se subo rd ina al princip io : sin fe no hay conocim iento ni verdad» (DF, Agustín). San Agustín no es fideísta, sino que reconoce el valo r del cono­ cim iento hum ano , tan to el que proviene de los sen tidos como el estric tam en te in telectual. «No tengo p o r qué que ja rm e de los sen­ tidos, escribió; no es razonab le exigirles más de lo que pueden dar, pero todo aquello que los ojos ven, lo ven con verdad» 3. Aún es más explícito cuando hab la del conocim iento supe rio r de la razón. Se pod ría c ita r docenas de textos agustin ianos en co rrobo ración de esto que digo, como aquél en que dice que vemos la verdad eterna « rationalis mentís in tu itu» . La doc trina agustin iana de la ilum i­ nación nada tiene que ver con ese fideísmo que aqu í se le atribuye. 2. Sobre este problema puede consultarse la Gratule Antologia Filosofica, III, II pensiero cristiano, Milán, 1954. 3. Coni. Acaclem., III, 11, 26.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz