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172 E L SACERDOC IO COMO «D IA K O N IA -K E N O S IS ». sagración episcopal pertenece al sacramento del Orden, como com­ plemento supremo del mismo». 3 Padres propuesieron ciertas va­ riantes de esta fórmula hablando del episcopado como de «una más perfecta participación del sacramento del Orden», o como de «la suma del ministerio de Cristo». Un Padre, finalmente, dice que la consagración episcopal pertenece al sacramento del Orden «como complemento y plenitud del mismo». La respuesta de la comisión doctrinal advierte que este cambio propuesto considera al sacerdocio mismo (presbiterado) como la plenitud del sacramento del Orden y a la consagración episcopal como un complemento del sacramento. Pero esta concepción difiere, añade la comisión, de la que se supone en el texto conciliar, y que considera al sacerdocio (presbiteral) como participación, en su gra­ do, de la plenitud episcopal. Por otra parte, en muchos textos litúrgicos se llama al episcopado plenitud del sacerdocio. (En con­ secuencia la comisión decidió que permaneciera el texto) 20. Hay que partir, pues, de que el sacerdocio ministerial «simpli- citer» es lo que hoy se llama episcopado. El presbiterado será una participación, una derivación del mismo, siempre en conexión con él. Sobre el modo de esta plenitud del sacerdocio, es decir, sobre el contenido de esta «potestas sacra», muchos Padres —52— pro­ pusieron que se dijera que la consagración episcopal confiere el oficio de santificar («potestas ordinis») de manera que así el sujeto se dispone, se hace apto para los oficios de enseñar y regir (que se darían —se entiende— por algo distinto de la consagración epis­ copal). Otros —48— propusieron que se dijera de los oficios de enseñar y regir, que se confieren radical o aptitudinalmente. Otros —57— expresan esta idea con distintos adverbios: en raíz, según la aptitud, dispositivamente, virtualmente, en potencia o en acto primero; o que se da la gracia en orden a esos oficios o ministerios. Es decir, se exige para lo tradicionalmente llamado «jurisdicción» otro principio —o coprincipio al menos— además de la consagra­ ción o sacramento. Todo esto, responde la comisión, está contra el texto aprobado, que afirma que la consagración confiere, con el oficio o potestad de santificar, también (subrayado en el texto de la comisión) los oficios o potestades de regir y enseñar, con la restricción de que estos últimos no pueden ejercerse fuera de la comunión eclesiás­ 20. Schama Consíitutionis Dogmaticae de Ecclesia. Modi a Patribus Conciliaribus propositi a Commisione Doctrinali examinati. Caput III: De Constitutione hierar- chica Ecclesiae et in specie de Episcopatu. Typis Polyglottis Vaticanis 1964, p. 13.

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