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90 POSIBILIDADES HOY DE UNA LITURG IA FUNERAL 6) Aplicación concreta. Situándonos ahora en el mejor y más puro origen de este particu­ lar rito de la liturgia funeral, tenemos que reconocer que, tras un exa­ men detallado del mismo que nosotros expresamente hemos hecho, hay elementos todavía aprovechables. Queriendo, no es difícil encontrarle al actual rito de nuestro ritual el sentido pascual, de fe y de esperanza que aquí hemos defendido para el mismo. Y quizá una sencilla y no difícil adaptación de este rito nos permitiría ver en él más claro y preciso este sentido. Tratando de convencer —como se ha pretendido en este estudio desde el principio— de la necesidad de reencontrar en nuestra pasto­ ral de hoy este elemento litúrgico de ima CELEBRACION DE LA MUERTE, nos hemos atrevido a estructurar su adaptación como un ensayo y en un esquema que nos parece claro y lógico y que ofrece­ mos en nuestro libró que próximamente publicará Ed. Marova. Al elaborarlo, lo hemos hecho también sobre el esquema que Dom Th. Maertens y D. L. Heuschen nos ofrecen en su libro 3, aunque el nuestro puede, quizá, haber resultado más sencillo y con otros mati­ ces que la mentalidad y fe propias, a lo mejor, han exigido. Hacemos de él, enseguida, un rápido análisis. Una división, primeramente, en dos grandes partes, rito de la ago­ nía y rito de la muerte, creemos que facilitará la unidad de conjunto a la que, sobre todo, ha obedecido. El rito de la agonía comprende: — Una profesión de fe: no siempre o casi nimca necesaria para nuestros fieles que han recibido el Viático y entonces la han debido hacer tan bella y tan solemne como el ritual toledano prescribe que se haga. En todo caso, se trataría de una fórmula muy breve. La vela encendida con este motivo estaría cargada de preciosos simbolismos, por lo que donde exista la costumbre de encenderla, no se ve la razón para no hacerlo. — Vendría a continuación la Bendición Apostólica a la que nues­ tros fieles tienen una especial devoción. El origen, por otra parte, de la misma no es tan desafortunado que invite a prescindir hoy de ella. Todo lo contrario. — Insinuamos a continuación (algo no muy tenido en cuenta en España) la conveniencia, al tratarse de una CELEBRACION, de una no muy larga lectura de la pasión según San Juan, con el beso al cru­ cifijo al final de ella, que podría aprovecharse para hacer pronunciar 3. Maertbns-Heuschen, ob. cit., 46-48.

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