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64 EXEGESIS CATOLICA Y CUARTO EVANGELIO ceso de la tradición oral como en la redacción escrita del evangelio l7. Conocido es cómo el método histórico-redaccional ha puesto de re­ lieve la importancia de los autores sinópticos en la composición de sus respectivos evangelios. No se trata de simples copiladores de material definitivamente hecho, sino de verdaderos autores, que han sabido expresarse a través de los datos tradicionales que tenían a su disposi­ ción 18. En Jn., el trabajo redaccional es mucho más intenso y trans­ formante, de tal manera que de la tradición preexistente sólo se pue­ den individuar breves elementos, y esto con dificultad y muy conjetu­ ralmente 19. Sch. y Br. tienen muy presentes los diversos intentos realizados en nuestros días para reconstruir el proceso formativo del cuarto evan­ gelio: W. Wilkens, M.-E. Boismard, P. Parker, etc. 20. Todos coinciden en algo importante: recalcar la obra del «evangelista». El cuarto evan­ gelio se nos presenta como resultado de un largo e intenso trabajo literario por parte del «evangelista». El es el responsable del orden, de la forma de los dichos y discursos, de la forma de los relatos, de la te­ mática teológica, que penetra y unifica las diversas partes de la obra. En la hipótesis de Br., el «evangelista», que ha trabajado en la se­ gunda etapa los elementos tradicionales en la predicación y la ense­ ñanza, es el responsable también de la tercera y cuarta etapas del pro­ ceso formativo. En la tercera organiza por escrito el material de la segunda etapa, transformándolo en un evangelio consecutivo. Es la primera edición del cuarto evangelio, escrita más probablemente en griego, no en arameo. La cohesión interna que domina toda la obra ya se encontraba en esta etapa. El trabajo de composición implicó sin duda selección de material. No todo lo que se había predicado debería formar parte del escrito. Es fácil suponer que el «evangelista», a lo largo de muchos años, hubiera parafraseado y comentado diversamen­ te irnos mismos dichos del Señor, según las diferentes situaciones y 17. B r. xxxv. 18. P a ra u n a v ista de c o n ju n to del lla m a d o m étodo his tó rico -re d ac cio n a l, véase S. Gonzalez de Carrea, El método histórico-redaccional en los evangelios sinópticos, en NaturGrac 11 (1964) 205-225; J. Rohde, Die redaktionsgeschichtliche Methode. Einführung und Sichtung des Forschungsstandes, H a m b u rg 1966. 19. S ch. 55. E l esfuerzo m á x im o p a ra in d iv id u a r la tra d ic ió n h is tó ric a p ree xis­ te n te lo h a reailizado C . H . Dodd, Historical Tradition in the Fourth Gospel. Los re ­ sultados n o son del todo convincentes. 20. W . W ilk en s, Die Entstehungsgeschichte des 4. Evangeliums, Z o llik o n 1958; M.-E. Boismard, L’évolütion du thème eschatologique dans les traditions johanniques, en RB 68 (1961) 507-524; Idem, Les traditions johanniques concernant le Baptiste, en RB 70 (1963) 5-62 ; P. P arker, T wo Editions of John, en J B L 75 (1956) 303-314.

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