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6 0 EXEGESIS CATOLICA Y CUARTO EVANGELIO mismo, Jn. no aporta absolutamente nada al conocimiento del Jesús histórico. La reacción moderna frente a esta tesis liberal se ha hecho sentir fuertemente. Tanto el problema de la dependencia o independencia con respecto a los sinópticos, como el problema de la posible indivi­ duación de fuentes independientes, subyacentes a la obra del «evan­ gelista», han sido tratados repetidamente y han recibido diversas so­ luciones en estos últimos años. No se ha logrado en ningún caso una­ nimidad de criterio. El enigma joánico sigue fascinando, pero no se le ha arrancado el secreto. Sch. y Br. coinciden en un punto impor­ tante: a la base del cuarto evangelio hay una tradición, semejante a ■la sinóptica, pero independiente de ella, y que en su estrato más pri­ mitivo puede equipararse, y en algunos aspectos superar a la misma tradición sinóptica, desde el punto de vista de la fidelidad histórica 6. En esto van de acuerdo con una serie de investigaciones católicas y protestantes, que han orientado hacia ese terreno su interés, como las de Benoit, Boismard, Dodd 7. Sin embargo, se debe reconocer que la supuesta tradición joánica, que está a la base de Jn., ha sufrido un proceso transformador mucho más profundo que la tradición sinóp­ tica 8. «El simple hecho de que Jn. fuera clasificado como evangelio pre­ supone que está basado en una tradición similar en carácter a la que está detrás de los evangelios sinópticos. Incluso aquellos comentaris­ tas que tratan al cuarto evangelio simplemente como obra de teología, privada de todo valor histórico, se impresionan por el hecho de que una tal teología esté escrita dentro de un molde histórico» 9. Los argumentos para probar la existencia de esta tradición joánica, independiente de la sinóptica, los buscan en el análisis de la materia propia a Jn. y de la que tiene semejante a los sinópticos. Si del análisis de la primera se demuestra que hay en Jn. elementos primitivos que reflejan una tradición históricamente fiel, y si del análisis de la Se­ gunda se deduce que Jn. substancialmente no depende de los sinóp­ ticos en la materia que tienen común, ni de su tradición previa, en­ tonces tendremos argumentos sólidos para probar la tesis enunciada sobre la tradición joánica. Sobre este punto, Sch. llega a las siguientes conclusiones: 1) Una dependencia literaria y directa de Jn. con respecto a los 6. Sch. 31; B r. X X X I V . 7. Véase S. G o n z á le z de C a rre a , a. c., p p . 263 ss. 8. Sch . 31; B r. X X X I V - X X X V . 9. B r. X L I.

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