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V IC E N T E MUÑIZ 33 Pero, ¿qué es lo que confiere a la obra creada por Dios el carácter de belleza? ¿Cómo se constituye en belleza o cuáles son las notas de­ term inan tes de lo bello en la obra creada, según Duns Escoto? La contemplación estética tiene como objeto el ser bajo razón de belleza. Duns Escoto realiza la conjugación perfecta de los dos terna­ rios que sirvieron a S. Agustín, para definir la belleza en su obra De Genesi ad Litteram. Se trata del ternario peso, número y medida y de su correspondiente modo, especie y orden 17. Estos dos ternarios que son aplicados por S. Agustín a los objetos bellos, los son por Duns Es­ coto a los seres en cuanto verifican en sí la razón de bondad. A la medida corresponde el modo. Al número, la especie. Al orden, el peso o la inclinación natural de las cosas a su fin natural. En efec­ to, la medida indica lim itación. Un modo de ser determinado, cons­ tituido en tal por una forma. Por una especie. Cada cosa tiene un gra­ do de ser, es ella m isma y no otra. Se distingue así en su singularidad de las demás de su especie, en su número. Su constitución en el ser le da subsistencia, le da peso para mantenerse en el ser y no caer en ia nada. El peso coloca a las cosas en orden a un fin. Por ello la con juga ­ ción de medida y modo, especie y número, peso y orden es perfecta 1S. Como todos los seres existentes han sido creados de esta manera, de aquí que la creación sea bella y buena. Todos los seres son buenos y bellos. La bondad y la belleza, como atributos transcendentales del ser, son con él convertibles. Expresan tres caracteres prim arios: co­ municabilidad, amabilidad e integridad. Los dos primeros indican pri­ mordialmente la participabilidad de lo creado respecto a la causa pri­ mera. La integridad es algo que compete a la belleza, por ser ésta de carácter relacional l9. Dentro de los diversos grados de ser, y de los singulares que for­ m an cada grado, la belleza no es una cualidad privilegiada y absolu­ ta, sino la relación conveniente de todos los caracteres que pertene­ a m o r especial ¡sim o a los que d e stin a a la e te rn a b ie n a v e n tu ra n za . C f. Rep., L . 1, d. 17, q. 2, n . 4 ; t . 22, p . 209 ss. J u a n D u n s E s c o to , Obras del doctor sutil. Dios Uno y Trino. In tro d u c c ió n ge­ n e ra l del P . M ig u e l O ro m i. B A C , M a d rid , 1960. In tro d . p . 26-39. 17. F r . H ie ro n y m u m de M o n te fo r tin o , Ven. Joannis Duns Scoti Summa Tlieo- logiea... iuxta ordinern et dispositionem Summae Angelici Doctoris... T . I . R om a e, 1900, p p . 143-144. 18. Ibid., p . 144. L a bondad esen cial y e n tita tiv a d e lo s seres está in te g ra d a p o r e l m odo, la especie y e l orden. L a especie y e l n ú m e ro se fu n d a n en el m odo de ca d a ser. 19. Ibid., q. 2, a . 3, p. 91. De B ru yn e, o. c., t. 3, p. 372. 3

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