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5 ? LA CONTEM PLACION E S T E T IC A E N JU A N DUNS ESCOTO es debida a la posibilidad de coincidencia en cualquier ser de los tres bienes: útil, deleitable y fruitivo. Y a la capacidad del hombre del poder prescindir de uno de estos aspectos para instalarse, aunque sea sólo temporalmente, en el campo fruitivo 74. Resta por considerar la fruición en su tercer aspecto: como esta­ do formal del alma ¿En qué consiste el constitutivo psíquico de la fruición? ¿En qué potencia reside? ¿Es un acto o es ima pasión de esta potencia? ¿Está el hombre necesitado ante el bien infinito? La línea ideológica franciscana se contrapone al pensamiento to­ mista al señalar que la fruición y la bienaventuranza del hombre per­ tenecen primordialmente al ámbito volitivo. Ninguna de las dos co­ rrientes medievales de pensamiento desconoce la importancia del otro elemento en la fruición. Las dos afirman que la fruición es del hom­ bre íntegro. Por lo tanto ha de obtenerse con Ja aquietación saciativa de sus potencias características: inteligencia y voluntad. Pero, ¿qué acto prima en esta felicidad, el volitivo o el cognoscitivo? Escoto afir­ ma tajantemente que el volitivo. La fruición es acto de la voíluntad primordialmente. Y esto, porque la fruición es un acto que tiende por propia naturaleza a la unión y posesión del objeto con que se fruye. La inteligencia no puede poseer el objeto en sí, sino en un orden in­ tencional. Insuficiente, según Escoto, para saciar la tendencia uni­ tiva de la voluntad con el objeto. La voluntad tiene en sí la causa total y suficiente de sus propios actos. La inteligencia ejerce un influjo en la fruición en cuanto pre­ senta los objetos de ésta. «Quanto clarius intelligo, tanto ardentius diligo» escribe Escoto. El conocimiento más o menos perfecto hace aumentar o disminuir la intensidad de Ja volición. Tratándose de la belleza de Dios, cuatro cosas concurren a la indefectible fruición: «continua exhibitio praesentiae, et eminentia obiecti visi per essen- tiam, et causa continua contemplationis» 75. Cuando se habla de Ja fruición por parte de la voluntad no se tra­ ta de la tendencia natural y espóntanea de ésta al bien. Se trata de los actos libres. El amor es comunicación en libertad y desinterés. Y tanto es mayor amor cuanto es más libre. La fruición en su consti­ tutivo psíquico es la adhesión amorosa al bien honesto por el mismo bien, por simple amor. La expresión la repite Escoto en distintas oca­ 74. Escoto m u e s tra las d is tin ta s posibilidades de que el h om b re p u e d a f r u ir de la esencia d iv in a sin fr u ir de la s Personas. C f. to d a la q. 2, de la p . 1 de es ta d is t. 1. p p . 20-45. 75. P arth en iu s M inges, o. c., c. I V , p p . 284-351. Hadrianus a K riz o v lja n , o. e., c. V , p p . 243-258.

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