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50 LA CONTEM PLACION E S T E T IC A E N JU AN DUNS ESCOTO adhesión a un objeto, sino a su propia voluntad. Y en el fondo, la delectación y quietación que acompaña a la fruición, no es la compla cencia del objeto sobre el que cree ei pecador fruir, sino complacen cia sobre sí mismo. Es el amor desorbitado de sí mismo hasta el des precio de Dios. El fundamento de la ciudad agustiniana del diablo “ . En este aspecto, el pecador fruye simplemente y su fruición procede de la voluntad propia, no del objeto. La voluntad se aquieta a sí mis ma «ab obiecto quod propter se amat». Y su tragedia reside en que este objeto no es por su propia naturaleza saciativo de la voluntad. Y la voluntad nunca podrá saciarse a sí misma. Sólo Dios es saciativo de Sí Mismo. Cuando el hombre lo hace, quiere igualarse a Dios. Es un fruir desordenado 67. En el arte existen también dos tipos de estetas. El auténtico y el diletante. No puede extrañar la estética y la con templación de la belleza terrestre desvinculada total y definitiva mente del Bien Ultimo que es la Belleza Divina, cuando el carácter del humanismo existencial moderno es en sus principales represen tantes un ateísmo positivo Se trata de una estética diletante 69. Escoto distingue fruición en general, fruición ordenada y fruición perversa. Las tres tienen de común el carácter de finalidad con que se les presenta ei objeto. La fruición en general prescinde de la or denación o no ordenación de la voluntad, de que sea o no recta. Y tiene por objeto el fin último verdadero, si es recta; el aparente o el prefijado de antemano por la voluntad, si ésta no es recta. En cuanto ordenada, la fruición tiene por objeto aquél que sacia y aquieta perfecta y en sumo grado la potencia que fruye. El objeto de la potencia que fruye es el ser en general. Sólo puede, en conse cuencia, aquietarse la potencia en donde el ser en general se encuen tre realizado en grado perfectísimo y sumo. En aquel ser, más allá del cual hay sólo la nada 70. Y este ser perfectísimo es únicamente Dios. 66 . «Peccans m o rta M te r, q u i lic e t q u a n tu m est ex p a rte actus v o lu n ta tis se quie- ta n tis ve h em e n te r in h a e re a t a lic u i a lii a D eo , it a quod nec m e d ia n te ilio nec im m e d ia te in h a e re t D eo, t-am en e x p a rte o biecti n o n p o test s im p lic ite r q u ie ta ri» . Ibid., p. 116. 67. Ibid., p . 117. 68 . D io n isio C a stillo , Soteriologia del ateismo contemporàneo, en Naturaleza y Grada, 11 (1964) 227-265. E n el a rtic u lo se d a ta m b ié n u n a a b u n d a n te b ib lio g ra fia m o d e rn a en to rn o a estas ideas. 69. E . de B ru yn e, o. e., t. I l i , p . 387. 70. «E st a u te m fr u itio o rd in a ta quailis nata, est esse re c ta , quan d o sc ilicet o rd i n a to - secundum debitas c irc um s ta n tia s , fr u itio vero in com m u n i est sive h a b e a t illa s circ um s ta n tia s sive non». Ord. I , d is t. I , 1 p . q. 1 ; n . 8 , p . 4. « P o te n tia n o n q u ie ta tu r n is i u b i su um o b ie ctum p erfectissim e in v e n itu r esse et in s u m m o ; p o te n tia a u te m fru e n tis ob iectum est ens in c o m m u n i secun dum A v i-
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