PS_NyG_1967v014n001p0027_0055

42 LA CONTEM PLACION E S T E T IC A EN JU A N DUNS ESCOTO poseer en el plano intuitivo al objeto, la intuición puede entrar en contacto con el plano metafísico. Se puede entonces prescindir de sus notas singulares, para quedar con lo que de más profundo tiene el ob­ jeto: su esencia. Y, siguiendo este camino, se puede considerar la ra­ zón primera de esta esencialidad: el ser. Es posible así elaborar una estética metafísica a partir de lo intuido. El mundo abstracto es in­ dependiente del intuitivo en su organización y leyes, pero no le es im­ permeable. Del campo intuitivo puede pasarse al abstractivo. Intuición y abstracción tienen caminos ascendentes y descendentes mediante los cuales se comunican. El conocimiento intuitivo es más perfecto que el abstractivo. Pero la pena es que nuestra ciencia nunca se ela­ bora por intuición, sino por abstracción. Y con la abstracción hemos de conformamos, si queremos hacer de la Estética ciencia metafísica. III. CONTEMPLACION Y FRUICION A) B o n d a d , b e l l e z a e i n t e l i g e n c i a . Nada es donación, si no procede del amor 39. Y del amor libremente comunicado. La obra es arte, por ser donación liberal del artista, tiene razón de amor y de amabilidad. Es amable en sí. La belleza es por esto amable, buena. Pero, ¿en qué categoría de bondad? Tres son las grandes categorías de bien: bien honesto, bien útil y bien deleitable 40. El bien útil tiene razón de medio, en cuanto útil. Es, por ello, des­ cartado del ámbito estético. La contemplación de la belleza no es uti­ litaria, sino desinteresada y libre. Cuando es utilitaria obedece a una perversión de la voluntad humana que tiene capacidad para conver­ tir en la esfera volitiva el fin en medio. El pecado no es ajeno a la es­ tética. Gozar con fruición de lo que solamente se debe usar, es una suerte de idolatría 41. 39. «N ih.il h a b e t ra tio n e m d o n i, n is i in q u a n tu m e a d it sub a c tu am o ris. N o n e n im cu ltellu s vel ra s a neque a liq u id ex te riu s h a b e t ra tio n e m d o n i ve l m e re tu r n om en d o n i, n is i q u ia c o m m u n ic a tu r am ic a b iilite r a c tu a m a to rio v o lu n tatis». Rep., 1, 1, d. 18; n . 9 ; t. 22, 231b. « N il ta m lib e ru m qu am am a re , e t q u a n to am o r m a io r, ta n to lib e rio r» . De rer. princ., q. 4, n . 52; t . 4, p . 325a. 40. « A u t illu d c o n c u p iv it am o re honest! ve l ubilis a u t d e lec tab ilis q u ia n o n est nisi is te trip le x a m o r, quo a liq u id a m a tu r» . Ox., 1. 2, d. 6 , q. 2, n . 5 ; t. 12, p . 349a. « T rip le x es t b o n um , sc ilic et bonum h o n e stum , b o n um u tile e t b o n u m delectabile». Exposit. in Metaphys., 1. 3, sum 2, c. 1, n . 9 ; t. 5, p . 587. 41. « U tile n o n p o te st esse p rim o m o tiv u m a d concupiscendum , q u ia n o n con- c u p is c itu r n is i in o rd in e ad aliu d » . Ox., 1. 3, d. 34, n . 5 ; t. 15, p . 349.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz