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40 LA CONTEMPLACION E S T E T IC A E N JU AN DUNS ESCOTO con el objeto. No hay discurrir de razones, ya que la intuición es vi­ sión 34. Pero estas dos esferas, intuitiva y abstractiva, que son autónomas entre sí, no son incompatibles. Ambas pueden y deben compaginar sus funciones. Complementarse. ¿Cómo y en qué campo se establece la relación entre estas dos esferas del conocer humano? La relación se establece en el campo de la verdad 3S. La verdad es definida como «ccnformitas intellectus cum re». La cosa o res se pre­ senta como objeto con el que el entendimiento ha de conformarse. Ha de unirse. Todo conocimiento es unión de sujeto que conoce y de objeto conocido. En esta unión el objeto es norma y medida del cono­ cer. Pero sucede que la cosa tiene un modo doble de existir: extramen- tal y en la mente. Tratándose del conocimiento abstractivo, la cosa es norma y medida según el modo de existir que tiene en la mente. Como representación o imagen de la cosa extramental. De aquí que el conocimiento abstractivo no necesite de la presencialidad del ob­ jeto extramental para elaborar y sistematizar la ciencia. Tiene una especie vicaria de la cosa que le sirve a este fin. La unión del cono­ cimiento abstracto no da por ello, posesión de lo conocido, sino de su forma o imagen 36. No ocurre asi con el conocimiento intuitivo que exige necesaria­ mente la presencialidad de la cosa. Esta es norma y medida también del conocer humano, pero según su modo de ser extramental. Y la unión del sujeto que intuye con lo intuido es también según el modo extramental que éste tiene. No con su imagen. Esta unión, por su­ puesto, no es unión física. En tal caso se trataría de fusión por yuxta­ posición. Se trata de unión de intimidad. Toda intimidad supone, a la vez, cercanía y distancia. Cercanía en la concordia y conformidad. Dis­ tancia, en la conservación y enriquecimiento de la propia personali­ dad de aquellos que intiman. El equívoco de incompatibilidad entre abstracción e intuición re­ side precisamente aquí, en la inmediatez de esta intimidad. En la in­ 34. Jo h an n e s B a ft. L o tz , Aesthetica Philo ophica seu Ontologia et Metapfiysica pulcri et arti: s. p . U . G re g o ria n a . R om a e, 1965, c. I , p . 15 ss. 35. A n ic e to de M ondoñedo, a. c., ibid., p 547. 36. (Species in te llig ib ilis ) eet sim i'litucto o biecti, e t p e r quaro in te lle c tu s assirni- la tu r co g n itio n i p ro d u c tae ». Ox.. L . 1, d. 3, q. 7, n . 39 ; t. 9, p . 389a. «Species n o n est n is i quaedam c o n fig u ra tio in te llig ib ilis in in te lle c tu » . Ibid., q. 6 , n . 23; p . 279b. «Sed in sensu p e rc ip im u s d u p licem co g n itio n em , u n a m in tu itiv a m , u t vision em e x te rio re m ; a lia m a b s tra c tiv a m , quae est in im a g in e suo m o d o ...» . Rep., 1 I I , d. 3, q. 3, n . 10; t . 22, p . 592b.

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