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3 4 0 LA LEY NATURAL EN LA FILOSOFIA DE ESCOTO puesta más arriba al exponer las notas de la ley o los elementos que la integran de la siguiente forma: Hablando de los seres posibles y de los múltiples órdenes según los cuales podrían haber sido crea dos o crearse en lo porvenir, Dios conserva su libertad, sin más lími tes que los de lo absurdo, como serían para El la contradicción y el pecado: Es lo único que no puede hacer ni mandar. Hablando del mundo tal cual existe y del género humano tal cual de hecho es, encontramos una naturaleza determinada, un fin determinado tam bién, unas propiedades, exigencias, relaciones y actividades determi nadas, en una palabra, con un determinado orden natural. Y dado este orden tales y tales mandamientos son necesarios para realizar ordenadamente esas actividades, desarrollar esas propiedades y conseguir ese o esos fines. Luego pertenecen al derecho natural. El cual es necesario para los hombres; pero para Dios es libre: o mejor, es hipotéticamente necesario, supuesta su libre voluntad de crearlo, conservarlo y consumarlo. Por eso puede Dios libremente dispensar de él sin faltar lo más mínimo a su santidad infinita e inmutable. Así se explican las dispensas que de tal orden concedió el Señor en el Antiguo Testamento. La doctrina aquí sintetizada es coherente, probable entre otras también probables, y contiene algunos puntos flacos, v. gr., la dispen- sabilidad de la ilicitud de la mentira. Varias impugnaciones se han dirigido contra ella; entre las más recientes recordaré la del eruditísimo AMOR RUIBAL enderezada contra los grandes escolásticos así voluntaristas como intelectualis- tas, especialmente contra Santo Tomás 82. El principal o fundamen tal reparo, que a lo largo del citado capitulo repite con sobrada fre cuencia, es el de platonismo. Estima dicho autor que tanto Alejandro de Hales, como Santo Tomás (y en parte también Suárez), Escoto, etc., conciben la ley eterna, y su derivación, la ley natural como «normas ontológicas» al estilo de las ideas platónicas; o «fórmulas abstractas subjetivas convertidas con frecuencia en realidades ob jetivas» 8\ De la doctrina de la ley eterna, la natural y la positiva asegura: «Desde luego se advierte que subordinado su con junto al ejemplarismo divino de origen platónico, ha de participar de los in 82. Los problemas fundamentales de la filosofía y del dogma, M adrid, (s. a.), t. I I I , cap. IV , pp. 61-126. 83. Ibid., p. 63.
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