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ALEJANDRO DE VXLLALMONTE 2 6 7 los hombres y a los poderes del mal, en general. Unicamente se ha de tener cuidado en que la relación aparezca continuamente como una subordinación del pecado y su «misterio», a la realidad de Cristo y su «misterio», según ha logrado hacerlo Duns Escoto, en la forma germinal y sintética que acabamos de exponer. M ira d a de con jun to . El «misterio», en Pablo, es la d e c is ión de D ios secreta, insondable y, en cierto modo, desconcertante para la inteligencia humana. Una de cisión cargada de Amor-Agape, que se encarna en una realidad históri ca en Jesús de Nazaret y en una acción: la muerte y resurrección de Jesús. El contenido de esa d e c is ión es la salvación de todos los hom bres en Cristo muerto y resucitado. Fácil es comprender que e l Miste rio sea ,más en concreto, Misterio de Cristo y Misterio de Amor-Agape, en Cristo. De esta significación germinal del M is te rio se derivan los otros significados que encontramos en el lenguaje religioso cristiano: Todo k> que en la Biblia y en el N. Testamento se llama «Misterio» tiene una referencia, más o menos directa, a esta decisión del Dios Trino: secreta, amorosa, salvadora. También hablamos de los «misterios li túrgicos». Las acciones litúrgicas son «misterios» en la medida en que por ellas se significa y se realiza la d e c is ión de Dios de salvar al hombre en la muerte y resurrección de Cristo. Nos habla la Teología dogmática de verdades sobrenaturales que superan, en forma abso luta, las fuerzas de la inteligencia humana natural. Estas verdades son «misterios» en la medida en que son expresiones abstractas, ló gicas de la verdad revelada, germen de toda otra verdad: La d e c isión am orosa de Dios de salvar a los hombres en Cristo muerto y resu citado. Aquí se sintetizan todo lo que Dios es y hace por los hombres y todo lo que El es para-nosotros: Agape. Y también todo lo que Cristo hace y es para-nosotros. Y , finalmente, todo lo que el hombre (y su mundo) es-para-D los y ante-Dios. Desde diversos puntos de vista se ha intentado una síntesis de la predicación de Pablo, de su Evangelio. Sin duda que ninguna otra perspectiva mejor que esta del M is te rio de C r is t o : En aquella d e c is ión de sa lva r a los hombres todos en Cristo, está sintetizado y germinal- mente desvelado- todo el ser de Dios-para-nosotros, el ser de Cristo para el hombre, y el ser del hombre para con Dios. Todo lo demás que la doctrina cristiana nos propone como revelado, son formulaciones múltiples y cada vez más matizadas, de esta revelación germinal que
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