PS_NyG_1966v013n002p0215_0268

2 5 8 EL «MYSTERIUM CHRISTI» DEL VATICANO II tiene como expresión del Bien infinito, del amor in fin ito ; es decir, su capacidad para amar y glorificar más inmediatamente la Bondad infinita de Dios. Por consiguiente, dado que existe un universo sobre- natural-natural, con un conjunto de seres articulados en jerarquías ónticas diversas, la razón de esta diversidad no puede ser más que esta : Su mayor o menor proximidad y capacidad para amar al Bien infinito. Y como la voluntad divina es «ordinatissime volens», ha de amar a cada ser según la proximidad de ésta a la esencia divina; según la dignidad, perfección de contenido entitativo sobrenatural- natural que le viene precisamente de aquí, de la mayor proximidad a Dios y de la mayor posibilidad para amar al Bien infinito. D ios es am o r lib e ra l (por ser caridad). La liberalidad en el amor quiere decir que ama a los seres no por la perfección que ellos previa­ mente tengan, sino para comunicarles la propia perfección y amabili­ dad. Por eso puede decirse que el amor de caridad es productivo, fecun­ do y creador: que no supone nada en los seres, sino que, sobre la nada de ellos, crea la bondad por la comunicación del bien que el amante tiene como propio, aunque «sin egoísmo ni envidia». También bajo este aspecto la expresión máxima de la liberalidad divina es el amor intratrinitario en que el Padre, movido de infin ita caridad liberal, comunica su ser al Hijo por generación; no para per­ feccionarse engendrando, sino por la plenitud infinita de su liberali­ dad paternal. Este mismo impulso de caridad liberal es el que mue­ ve al Padre y al Hijo a donar su ser al Espíritu Santo. Como la Trinidad es un solo amor de caridad, después de amarse Dios a sí mismo como sumo Bien, la Trinidad ” v u lt d ilig i ab a lio sum - me», es decir, no quiere guardar para, sí envidiosamente la bondad de su ser y de su amor y quiere que otro ser, distinto del mismo Dios, ame al Bien infinito de la esencia en la medida de lo posible. Enton­ ces es cuando Dios qu ie re a C ris to como sup rem o am a d o r y g lo r if i- ca d o r de la T rin id a d . Para lograr este fin Dios dota al alma de Cristo de la mayor perfección posible ad extra : la unión hipostática; y más inmediatamente de la máxima caridad posible en una creatura. Siendo Dios amor liberal, creador y fecundo-, no supone perfección previa en los seres, sino que su amor es el que crea perfección, como consecuencia y efecto- del amor caritativo- que les tiene. Por otra par­ te, ya sabemos que el amor caritativo de Dios es recto. Por consi­ guiente: Dios amando más a los seres, por la mayor proximidad al Bien infinito, les dota de mayor perfección óntico-objetiva (sobre­ natural y natural). Y en virtud, de ser «odinatissime volens», con su amor complacencia ama más a aquellos a quienes dotó de más bon­ dad y a quienes hizo más cercanos al Bien infinito y más capaces de El. Si miramos las cosas desde el decreto eterno que dispone la ac

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz