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ALEJANDRO DE VILLALMONTE 2 5 7 dial. Por eso dice Escoto que Dios es formalmente Caridad y no solo porque obra caritativamente ad extra 40. De hecho' Escoto concibe toda la vida divina, todo el dinamismo como un dinamismo que es Caridad. Las difusiones y producciones trinitarias se hacen, según él, a impulso del amor que produce por vía de naturaleza en la primera procesión y por vía de liberalidad en la segunda (cfr. p. 243). Igualmente es el amor de caridad el que impulsa a Dios a comunicarse fuera de sí mismo. D ios es am o r o rdenado (ordinatissime volens). La caridad es per­ fecto amor de benevolencia. Como tal es el amor más perfecto, ya que ama a cada ser según la intrínseca amabilidad del mismo, no según la referencia al interés o perfección del amante. Esta amabi­ lidad interna está determinada por la mayor o menor perfección ob­ jetiva que cada ser encierra dentro de sí. Siendo Dios la Caridad perfecta no puede menos de tener por ob­ jeto primero de su amor su propia esencia, a la que ama necesaria­ mente. Este amor es pura e infinita benevolencia, ya que la esencia divina es el Bien infinito infinitamente amable. De aquí se sigue tam ­ bién que Dios no puede amar ordenadamente a los demás seres, sino en la medida en que éstos están más cerca y participan más de la bondad ontològica, de la amabilidad infinita de la esencia divina. Ella es el CENTRUM AMORIS, desde donde se irradia y hacia donde con­ verge todo el amor de Dios a los seres creados (y de los seres creados hacia Dios) 41. Por consiguiente, según la mayor o menor excelencia ontològica y objetiva según su categoría y jerarquía dentro del universo (sobre­ natural y natural) así ama Dios más o menos a los seres, si queremos decir que su amor es ordenado, amor recto de caridad. La razón es porque, según la medida de su excelencia óntica, en esa misma me­ dida participan del Bien infinito, la esencia divina; y en esa misma medida son amables por Dios Trino desde su esencia y como su partici­ pación. La medida de la dignidad ontològica de los seres, hablando siempre en el plano teológico, es la capacidad que cada uno de ellos 4 0 . E l a r g u m e n t o d e A g u s t ín s u p o n e « q u o d D e u s s l t fo r m a lit e r c a r ita s e t d i- le cb io — n o n t a n t u m e ffe c t iv e , s ic u t e s t e ff e c t iv e « s p e s » e t « p a t ie n t ia m e a » ... c a r ita - t e m e f f ic it i n a n im a — e t d ile e t io n e m q u a e e s t p e r fe c t io s im p lic it e r e t id e o c o n v e - n ie n t e m s ib i f o r m a lit e r » . Ordinatici, I , d . 17, p . 1 , q . 1-2, n r . 173 ; e d . V a t . I , p . 2 2 2 . C fr . I b id . p . 2 2 0 . 4 1 . « P r im a , v o lu n t a s ...q u a e v u lt a lia a s e , p r o p t e r s u a m b o n o n it a t e m v u it e t p r o p t e r o b ie c t u m p r im u m » . Rep. Par. I I , d . 1¡ q . 4 , n r . 1 4 ; 2 2 , 5 3 8 b . C f r . I b id . I , d . 17, q . 2 , n r . 3 ; 2 2 , 2 0 9 b . I b id . I I , d . 3 7 , q . 2 , n r . 9 ; 2 3 , 1 9 5 b . « D e u s u n iv ersa - p r o p ­ t e r s e c r e a v it, u n d e D e u s d ilig e n s se f e c i t h a e c » . Rep. Par. I V , d . 4 9 , q . 7 , n r . 10 ; 2 4 , 6 5 7 b .

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