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2 4 8 ÉL «MYSTERIUM CHRISTI» DEL VÁTICANÓ IÍ los hombres. Dios se comporta ( = e s ) Agape en Cristo. Pero Cristo mismo- no es considerado aquí como una realidad óntica, estática, sino en una perspectiva relaciona!, dinámica y «funcional» : desarrollando dinamismo salvador. Por tanto la manifestación suprema de la Ca­ ridad-Agape del Padre no es, propiamente, el haber creado el se r de Cristo Hombre-Dios, sino el haber creado la figura, el símbolo, el Sig­ no, el Gesto de Jesús muriente en testimonio de amor al Padre y a los hombres. La afirmación «Dios es Caridad» tiene un sentido his­ tórico concreto: Dios amó tanto al mundo que le donó a su Hijo unigénito, en la Cruz (Jn. 3, 16). En esta perspectiva se ha de decir que ,1a muerte de Cristo en la Cruz «éx amore intenso- Trinitatis et nostri», la donación que el Pa­ dre hace de Cristo en la Cruz a impulso de su amor-Agape, es la, Obra Suprema de Dios, la Gesta (y el «gesto») por excelencia maravilloso de Dios en la Historia de Salvación. Mirando esta misma realidad desde una perspectiva, trascendente y previa a toda historia hemos de decir : La d e c is ión divina de salvar, el Deus vu lt habe re a lios con - d ilig en te s se, Deus v u lt d ilig i ab a lio summe, es el primero, el más ori­ ginario, e,l más creador de todos los quereres divinos; la razón de ser de todo otro querer y obrar divino ad extra. Querer y obrar, lo que se dice querer y obrar en su sustantivo y radical sentido, el Padre sólo quiere y realiza una Gesta: C re a r a C ris to en trance de morir, a im­ pulso del perfecto- amor caritativo a la Trinidad y al hombre. Lo de­ más que realizó Dios son pre-creaciones, con-creaciones o post-crea- ciones en torno a esta Obra. En nuestro lenguaje figurado diríamos que Cristo muriendo por amor perfecto en la Cruz es la Obra Maestra de Dios. Lo que anteriormente hacía El en la Historia de Salud eran esbozos, hasta llegar a Cristo. Y lo que sigue haciendo son reiteracio­ nes del mismo m o tivo creador. III. CRISTO EL PRIMERO EN EL DECRETO DIVINO QUE DISPONE LA ACTUAL ECONOMIA DE SALVACION Hemos venido hablando- del pun to de p a rtid a de la reflexión esco- tista sobre el Misterio de Cristo,, tal como este existe en el decreto divino de predestinación: Partimos del hecho g rand io so de que Cris­ to es el Summ o Opus Dei. Como- a tal le compete la más excelsa dig­ nidad y actividad que puede ejercer una creatura, la de ser el ” Sum - m u s am a to r et g lo r if ic a t o r T r in it a t is ” . Para un teólogo sistemático, especulativo, como Duns Escoto, sur­ ge inevitable la pregunta,: A esta Obra Cumbre de Dios en la Histo-

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