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2 3 8 E L «M Y S T E R IU M C H R IS T I» DEL V A T IC A N O I I mente a los; hombres. Pero, al mismo' tiempo que los hechos en su materialidad, hechos o realidades mostrencas, la Historia de Salud implica la revelación, el dar la clave de aquel sentido divino y salva­ dor que se contiene en tales hechos. Las gestas más gloriosas, los hechos fundamentales de la Historia de Salud, tal ccrno se narra en la Biblia son : Creación o llamada de todas las cosas al ser por la Palabra de D ios; creación-llamada del hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios, creado en estado' de justicia original, según lenguaje de la Teología; creación de la Alian­ za primitiva de Dios con Adán, Noé, Abraham y los Patriarcas;; crea­ ción del Pueblo elegido, Israel, sacándole de la esclavitud de Egipto y dándole su Alianza y su ley en el Sinaí. Esta, obra creadora, de Dios culmina en la nueva c re a c ió n inaugurada por Cristo, especialmente en sui muerte y resurrección; y luego* es continuada durante el «tiem­ po -de Dios-par a-nosotros», durante todo «el tiempo de Cristo», hasta la Parusía en que Dios recreará definitivamente todas las cosas y las hará de nuevo. Usamos siempre la palabra «creación» para designar todas las intervenciones 1 asombrosas de Dios en 1a, Historia de Salud ; ya que cuando Dios obra, obra siempre de nuevas. Su acción específica es la «creación» de nuevas relaciones de Dios con el hombre y de éste con Dios: de nuevas realidades, en una palabra. Interesa subrayar la u n id a d y c o n tin u id a d de toda esta Historia divina de Salud. Directa e inmediatamente la Biblia no se ocupa de narrar nunca historia profana o religiosamente neutra. El primer versículo del Génesis, al decirnos que Dios creó el cielo y la tierra, ya tiene la intención de comenzar a, narrar la Historia de Salud y no precisa­ mente el origen profano del cosmos y del hombre 23. La creación del hombre, su situación de pecador ante Dios, los primeros indicios de la Alianza hasta, culminar en e l Sinaí, todo está en el mismo plano y entra dentro de la misma intención salvadora de Dios: Todo es una acción continuada de Dios que, en diversos momentos de nuestra his­ toria humana, va realizando su Obra única: salvar al hombre en Cristo. En el A. Testamento el punto de partida hay que ponerlo en la experiencia religiosa de la acción salvadora de Dios, redimiendo¡ y 2 3 . E s t a f o r m a u n it a r ia y c o n t in u a d a d e v e r l a H is to r ia , t o d a d e S a lu d h a e n ­ c o n t r a d o y a a c o g id a , e n l a t e o lo g ía d o g m á t ic a c o n t e m p o r á n e a , d e s p u é s d e s e r id e a d e l t o d o c o m ú n e n lo s e s tu d io s d e t e o lo g ía b íb lic a . V é a s e M . F l i c k - Z . A lszeghy , Los comienzos de la Salvación, S a la m a n c a 1 9 6 5 , p . 1 7 -2 2 , y p o r t o d a l a o b r a . C f r . a llí m i s m o la b ib lio g r a fía , p . 20 ,

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