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A L E JA N D R O DE V IL L A LM O N T E 2 3 7 estas vivencias sanfranciscanas sobre Cristo y sus misterios, donde hay que buscar la fuente más inmediata de la orientación que Escoto impone a su reflexión teológica sobre Cristo. Especialmente para este caso es perfectamente exacta la frase de que san Buenaventura y Escoto son la «conciencia filosófica y teológica de San Francisco». La lectura y meditación religiosa sobre el Jesús de los Evangelios; la vivencia secular y comunitaria de estos elementales datos evangéli cos forman el ambiente vital, el¡ tempero espiritual sobre el que la reflexión teológica de Escoto elevó su visión teológica de Cristo como Summ um Opus D e i y, consiguientemente, como primero en los de cretos divinos que disponen la actual Economía de salvación 21. -i- v- 4. C ris to , C en tro de la H is to ria de Salud. Por Historia de la Salvación entendemos, en nuestro lenguaje teo lógico corriente, el conjunto de hechos históricos narrados en la Biblia, mediante los cuales Dios manifiesta al hombre su voluntad de salvarle y le salva: llamándole a la salvación; provocando^ la respues ta humana en la fe y caridad; y, en forma definitiva, por la revela ción escatológica, cuando le sea concedida al hombre la vida eterna al lado de Dios. A esta Historia de Salud pertenecen todos los hechos sagrados que se narran en la Biblia, así como la Palabra misma de Dios que los narra y nos revela su sentido salvador. Por consiguiente, la Historia de Salud implica la secuencia de lo que llamamos Historia Sagrada, que comienza con la creación del mundo y culmina en la venida de Jesús, cuando El entregue todas las cosas al Padre para que Dios sea todo en todos (1 Cor. 15, 23-28). La Historia de Salud es «la gesta de Dios en pro de la salvación de los hombres. Esta «gesta» es una hazaña, hecho memorable y glo rioso' por el que Dios manifiesta su decisión de salvar y salva real h a s id o p u e s t a d e m a n ifie s to fr e c u e n t e m e n te y b a jo d iv e r s o s a s p e c to s . P u e d e n v e r s e , p o r e je m p lo , E . B ettoni , La visione francescana della vita. B r e s c ia , 1 9 5 6 , p p . 8 0 -1 2 2 . V ixtus A . B ussum , De Spiritualitate Franciscana. Aliquia capita funda- mentalia. R o m a e , 1 9 4 9 , p p . 7 -4 8 . C. K oster , O Pensamento Francescano. P e tr o p o - lis R J „ 1 9 6 0 , p p . 2 9 -4 5 . V arios , Quaderni di Spiritualità Francescana, f a s e . 2 -4 , A s s is i, 1961 y 1 9 6 2 . M. M. C iccarelli , I Capisaldi della Spiritualità Francescana. M e d io la n i, 1 9 5 5 , e s p e c ia lm e n t e p p . 1 4 1 -2 2 6 . 2 2 . L a c o n t in u id a d e n tr e la s v iv e n c ia s r e lig io s a s d e s a n F r a n c is c o y la C r is t o lo g ia d e D u n s E s c o t o h a s id o t a m b ié n p u e s t a d e r e lie v e p o r lo s a u to r e s c ita d o s . V é a s e , a d e m á s , W . D ettloff , Die Geistigkeit des hl. Franziskus in der Theologie der Franziskaner, e n W issWeish. 19 (1 9 5 6 ) 1 9 7 -2 1 1 . Id ., Die Geistigkeit des hl. Fran ziskus in der Christologie des J. Duns Skotus, e n WissWeish. 2 2 (1 9 5 9 ) 1 7 -2 8 .
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