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154 FEIJOO Y LA FILOSOFIA todo correr los corceles del pensamiento libremente, está la suma dig nidad y la suma fuerza de la filosofía. Ese sentido, pragmático en una buena dosis, a la par que justo en mantener lo que se ha manifestado al correr del tiempo, como lo bas tante apto para esa misión escudriñadora de la filosofía, es lo que constituye el mejor legado de Feijoo en el proyecto de su reforma. To davía hoy nuestra escolástica tiene una propensión a anquilosarse. Todavía hoy nos cuesta mantener en tensión nuestra búsqueda, si guiendo a los dos genios que abren el camino mismo de la filosofía de la Escuela. Feijoo utilizó más de una vez esta audacia y esta aper tura, sin prejuicios, y con sólo el empeño de llegar hasta la esencia de las cosas, que se advierte en Sto. Tomás y Aristóteles. Es cierto que un esfuerzo continuado en la historia, tiende a perder un tanto de su tensión, y tiende por una ley inexorable a la que está sometido todo lo vital, incluso la vida del espíritu, a la repetición, a la mecánica, a la acción rutinaria y sin vida. La mejor reforma que Feijoo nos pro pone es la invitación a volver a las fuentes, y aprender de ellas 92. J e sú s A lv ar e z A rroyo , Profesor en el Colegio M a yo r ’’M aestro Avila” Salamanca 92. Cír. Cartas Erudita s, t. 4. Carta 18, p. 266; Teatro Critico, t. 5. Disc. 11, p. 313.
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