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1 4 2 FEIJOO Y LA FILOSOFIA astronomía, Feijoo se alarga con un minucioso detalle, copiando todo el informe que ha llegado a sus manos M. III. REFORMA DE LA ESCOLASTICA Después de todo lo dicho, nos encontramos ante el umbral de lo que, a nuestro juicio, constituye la mayor y mejor aportación de Feijoo a la filosofía. Dado el carácter que imprimió Feijoo a su obra, su designio no era tanto el hacer una filosofía nueva, como el interés por el «desmonte» de España, para que apareciera la nueva filosofía, la nueva ciencia, cuya ausencia del suelo español tantos lamentos sus­ citaba en el gran polígrafo. En esta reforma, lo que pretende Feijoo conseguir es eliminar los defectos que encuentra en la escolástica de su tiempo. A los escolás­ ticos —y también de rechazo a la filosofía escolástica vivida— los en­ contraba de miras estrechas, con una naturaleza fósil, anquilosada, incapaces de moverse en las nuevas zonas de la investigación. Zonas, que, por otra parte, suscitaban el mayor entusiasmo, la mayor fiebre. De ahí que la obra de Feijoo, se oriente a dar flexibilidad viva a la filosofía tradicional, y apertura hacia los nuevos horizontes. Sobre todo, en lo que mira al segundo objetivo, la escolástica se encontraba con una deficiencia total. Su gran error, su gran pecado, consistía en dar gato por liebre, en dar metafísica como si fuera física. De ahí la facilidad con que los estudiosos podían asimilar todo lo que se les ense­ ñaba en las clases de física, sin que hubieran tocado tan siquiera la epidermis de lo material, de las cosas naturales, que se dejaban, sin embargo, tratar y escudriñar en las filosofías nuevas. Principalmen­ te, en la filosofía newtoniana. «Con que sacamos en limpio, que, apartando a un lado la metafí­ sica, la física de la Escuela se puede enseñar a cualquiera rústico en menos de medio cuarto de hora. Es verdad que tendrá algún trabajo en tomar de memoria las voces de cualidad, virtud, facultad, esencia, forma, dimanación, radicación, exigencia, etc., en cuyo uso consiste toda la ciencia de nuestra filosofía natural» 65. Apreciaremos mejor el sentido de la reforma de Feijoo, si exami­ namos las principales ramas del saber filosófico. 64. C fr. Cartas Eruditas, t. 3. Carta 31, pp. 383 y ss. 65. Teatro Critico, t. 3. Disc. 3, pp. 55.

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