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BERNARDINO DE ARMELLADA 9 lios Tridentino y Vaticano I no pueden interpretarse estrictamente a favor de la teoría de las dos fuentes. Según Trento, únicamente existe una fuente del Evangelio de Cristo: la predicación de los Apóstoles, que se continúa en el ámbito de la Iglesia con la predicación del Evangelio. Escritura y Tradición no tienen otro cometido que confir­ mar las verdades de fe como testimonios y apoyo del mismo Evangelio. Son para la Iglesia instrumentos probativos — loci theologici— de su testimonio vivo. La relación entre Escritura y Tradición no la determina el Concilio de modo sistemático y sólo pretende oponerse al principio protestante de «sola Scriptura». Queda, pues, campo abierto a la investigación teológica. Como resultado de la misma, Geiselmann cree se debe afir­ mar la suficiencia objetiva de la Sda. Escritura en lo que a verdades de fe se refiere, aunque se ha de poner una relación necesaria a la Tra­ dición en cuanto intérprete de esas verdades. Sólo en lo tocante a usos y costumbres de origen apostólico se halla la Escritura rebasada por la Tradición, que será «constitutiva» en ese punto. Esto lo estable­ ce Geiselmann después de llegar a tres importantes conclusiones: Que una pura tradición oral es una quimera (idea compartida expresa­ mente con Congar); que los Apóstoles debieron de transmitir el men­ saje evangélico ligándolo a algo objetivo y externo, sea en forma de escrito, sea en forma de ritos y expresiones de vida cristiana (que tie­ nen con frecuencia un contenido doctrinal); y, finalmente, que existe una tradición teológica según la cual las verdades necesarias para la salvación se encuentran todas de algún modo en la Sagrada Es­ critura I6. La suficiencia objetiva de la Sgda. Escritura en un sentido de pre- valencia y prioridad doctrinal la han defendido algunos autores apo­ yando su apreciación en el constante testimonio de los escritores ecle­ siásticos antes de Trento I7. Vienen a considerar Escritura y Tradición 1957 (en colaboración con H . B a ch t y H . F rie s ); Die Tradition, en Fragen der Theologie heute, Einsiedeln 1960, 69-108; Die heilige Schrift und die Tradition, Freiburg 1962 ; art. Tradition en Handbuch theologischerGrundbegriffe (hrsg. von H . Fries), München 1963, I I , 686-696. 16. Este resumen se basa- en la obra Die heiligeSchrift und dieTradition. Véan­ se especialmente las pp. 150 ss. 17. Cf. especialmente Y . M . J . Congar, La Tradition et les Traditions, Essai historique, Paris 1960. Id., "Traditio’’ und "Sacra Doctrina" bei Thomas von Aquin, en Kirche und Überlieferung (hrsg. von J . Betz und H . Fries), Freiburg 1960, 170- 210 ; P. LIngsfeld, Überlieferung. Tradition und Schrift in der evangelischen und katholischen Theologie der Gegenwart, Paderborn 1960. (Como nota a este libro cf. B . de Armellada, Inteligencia católico-protestante en el problema de la Tradición en Rev. Esp. Teol. 32 (1962) 255-263). J . B eumer, o. c. J . Ratzinger, Offenbarung und Überlieferung (en colaboración con K . R ahn e r), Freiburg 1965.

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