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2 4 LA «T R A D IC IO N » E N E L C O N C IL IO V A T IC A N O I I dades reveladas» 16. Una vez más se evita en este inciso, que no apare­ ce hasta la redacción definitiva, toda expresión que aluda a una li­ mitación del contenido material de la Escritura. La conclusión es que Escritura y Tradición «se han de recibir y venerar con el mismo espíritu de piedad» 62, como ya dijo el Concilio de Trento. 6. Escritura y Tradición en relación con la Iglesia y el Magisterio. «La Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura constituyen un solo depósito sagrado de la Palabra de Dios, confiado a la Iglesia» 63. La conservación del mismo, en el sentido de fidelidad a lo recibido y actuación de su progreso vital corresponde a toda la Iglesia 64. Hay, sin embargo, una función especial que no corresponde más que a la je­ rarquía: es la interpretación auténtica de la Palabra de Dios. «Pero el oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo» 6S. La función del Magisterio se describe como un servicio a la Pala­ bra de Dios. Nada de potestad arbitraria sobre el depósito revelado o autoridad de imponer ideas propias como si fueran Palabra de Dios. El Magisterio tiene un mandato divino y la asistencia del Espíritu Santo para oír piadosamente, guardar con exactitud y exponer con fidelidad lo que la Escritura y Tradición contienen. Con esto se san­ ciona una vez más la justa postura católica de la corrientemente lla­ mada «regla próxima de fe», aunque aquí el Magisterio no ha de en­ tenderse exclusivamente en sus decisiones infalibles 66. Y se quita todo fundamento aparente a la acusación protestante de que la Iglesia Católica esclaviza la Palabra de Dios con su Magisterio infalible. Tam­ 61. D R , n. 9. 62. D R , 11. 9. 63. D R , n. 10. 64. «...cu i (deposito) inhaerens tota plebs sancta Pastoribus suis adunata In doctrina Apostolorum et communione, fractione panis et orationibus jugiter per­ severai (cf. Act. 2, 42 g r.), ita u t in tradita fide tenenda, exercenda profitendaque singularis fiat Antistitum et fidelum conspiratio». D R , n. 10. 65. D R , n. 10. 66. «Quod quidem Magiaterium non supra verbum Dei est, sed eidem m inistrai, docens nonnisi quod tra ditim i est, quatenus illud, ex divino mandato et Spiritu Sancto assistente, pie audit, sancte custodii et fideliter exponit, ac ea omnia ex hoc uno fide: deposito haurit quae tamquam divinitus revelata credenda proponit». D R , n. 10.

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