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3 1 0 L O S P R E S U P U E S T O S D E L A V O C A C IO N . tituíbles para conocerse a sí mismo, máxime el candidato a la vida consagrada. Conocerse a sí mismos significa reconocer la propia pasión domi­ nante, acerca de cual puede suscribirse cuanto afirma un psicólogo actual: ...«(La pasión predominante) que se insinúa com o un flúido en todas nuestras a ccion es ; que, sin advertirlo, es el cen tro, el ob jeto de nuestras luchas y el fu ego que las alimenta, aquella 'pasión que desfloramos en los otros y que suscita nuestras simpatías y an tipa tías; pasión de la que han tratado los ascetas, los educadores y los filán ­ tropos, pero que a pesar de ello sigue todavía incomprensible a los m ismos psicólogos, los cuales dándose cuenta de esa ignorancia e im ­ posibilidad, se quedan en un sen tim ien to de admiración com o ante el principal m isterio del h om b re » 7. Si logramos, mediante la psicología de la escritura, individualizar y describir, entre los innumerables elementos psíquicos, el centro psi- conervioso espiritual de la personalidad, el candidato a la difícil me­ ta podría conocerse a sí mismo muy pronto, aumentando así la efi­ cacia de la dirección espiritual y del autocontrol. ¿EN QUE PUNTO NOS ENCONTRAMOS EN LA UTI­ LIZACION DE LA PSICOLOGIA DE LA ESCRITURA? Nuestra Escuela nunca desaconseja bastante a los no especialis­ tas el recurso a estos métodos. Si los utilizaran, se expondrían a erro­ res nocivos a los mismos sujetos y comprometerían su utilización fu­ tura por los competentes. Como todas las técnicas modernas, la psi­ cología de la escritura niega que un superficial barniz de grafólogo autorice a una práctica que resultaría temeraria: tanto más cuanto se trata de vocaciones religiosas o sacerdotales en las que concurre un elemento «sobrenatural» que es «explorado» al mismo tiempo tam­ bién por otros caminos. a) Algunos psicólogos han ideado una «cartilla personal», divi­ dida en varias fichas; para completar la ficha psicológica se sirven en diversa medida de los datos obtenidos por el examen psicológico de la escritura. Auguramos que otros estudiosos reserven un espacio pa­ ra el análisis de la escritura según nuestro método, al menos con fi­ nes experimentales. Mas nadie presuma que todo vaya a demostrarse al milímetro: es un campo abierto en el cual cada uno puede aportar su propia contribución y experiencia. 7. Luisetto en «La passione predominante» de Moretti, Ancona, 1962.

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