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29 8 e l P e n s a m i e n t o d e s e n e c A . Sobre la filosofía de la historia en Séneca presenté (C. I.) un estu­ dio en el que me limitaba al problema fundamental de la misma: a su sentido. Interpreté el pensamiento de Séneca, exponiendo la mar­ cha de la historia a través de tres edades: la primera, de vida inge­ nua e inocente pero sin plenitud de perfección; la segunda, de lucha entre la virtud y el vicio, en la que la mayoría, la multitud, sucumbe a éste, mientras que el sabio, por el contrario, logra su plena perfec­ ción por la filosofía; la tercera, de catástrofe por conflagración (« e k p y - rosis») o por otro procedimiento para dar lugar a una nueva regene­ ración («palingenesia») y restauración («apokatastasis»). Hice notar que si en el pensamiento anterior estos términos tienen un aspecto meramente cósmico o biológico, en Séneca adquieren un sentido éti­ co que los acerca a la concepción cristiana del fuego purificador del último día. V. INFLUENCIA DE LA FILOSOFIA DE SENECA Pese al gran influjo de Séneca en el pensamiento posterior, la his­ toria de este influjo está aún por hacer. Los numerosos estudios pre­ sentados a las dos reuniones prueban que el tema interesa, al mismo tiempo que señalan indudables avances. U. Domínguez del Val, Séneca y la patrística (VIII Sem.), investigó el influjo de Séneca en los Santos Padres, especialmente en los Apo­ logistas, en los Padres de la Iglesia de Africa y en los Padres espa­ ñoles. El influjo de Séneca en san Agustín fue estudiado (VIII Sem.), por J. Oroz Reta; en san Isidoro por L. Robles (VIII Sem.); en santo Tomás por A. Rodríguez Bach iller (VIII Sem.). A base de las 42 citas que hace de Séneca san Buenaventura dispuse un estudio sobre la significación ideológica que tienen en el doctor medieval dichas citas (VIII Sem.). El in flu jo de Séneca en el Renacimiento fue investigado por Ostwaldo Market (VIII Sem.); en Descartes por E. Frutos (C. I.) y en Malebranche por J. Moreau (C. I.). Un último punto relacionado con este tema se refiere a la actuali­ dad del pensamiento de Séneca. Fue objeto de la primera ponencia en el Congreso Internacional, pronunciada por Gustavo Thibon, S én é - que e t le X X ém e siècle (C. I.). Ante una civilización, caracterizada por este pensador como civilización de medios frente a una cultura de fines, por el predominio de la agitación y velocidad frente al reco­ gimiento, y por el predominio del número y de la opinión masiva fren­ te a la libre búsqueda personal de la verdad, ve en la filosofía de Sé­ neca un remedio de estas lacras y un estimulo a buscar por la purifi­ cación de la vida los dominios de Dios. Si se ha hablado insistente