PS_NyG_1965v012n002p0291_0301

E . R IV E R A DE V E N T O S A 297 que estos se hallan más bien bajo el influjo griego, mientras que Sé­ neca sostiene un pensamiento tal que le hace irreductible a la vieja escuela estoica. IV. HUMANISMO, UNIDAD DEL GENERO HUMANO Y FILOSOFIA DE LA HISTORIA En tom o a estos temas que se refieren a la construcción de la ciu­ dad terrena —la mente pagana nunca llegó apreocuparse de la Ciu­ dad de Dios — varios estudios intentaron aclarar la mente de nues­ tro filósofo. Sobre el human ism o de Séneca disertaron G. Uscatescu, D im en ­ sión humanística del pen sam ien to de Séneca (C. I) y P. Boyance, L ’hu - manism e de Sénéque (C. I.), El primero fundó el humanismo de Sé­ neca en la autonomía de la razón que es quien puede conducir la vida humana a su plenitud. De aquí que contra los que ven preanuncios de filosofía existeneial en Séneca, el ponente sostuvo que este filósofo, muy en consonancia con el espíritu clásico, desconoce la angustia del vivir. Por ello, estimó que se ha exagerado mucho al hablar de cri­ sis en el mundo antiguo, pues ni Séneca, ni los otros grandes estoicos romanos, Epicteto y Marco Aurelio, dejan percibir un sentido de an­ gustia. El otro ponente analizó la « human itas » senequiana en sus tres valores principíales: como vínculo entre los hombres, como benevo­ lencia efectiva hacia los demás (« philantropia ») y como educación y autoform ación. Sobre la unidad del género humano habló P. Aubenque, Sénéque e t l’un ité du genre humain (CI), con tendencia a interpretar a Séneca desde una filosofía de la inmanencia en la que la unidad del género humano tiene que interpretarse en sentido biológico, aunque de ín­ dole igualmente espiritual, pero sin llegar nunca a la elevación mís­ tica, es decir, de vinculación a un ser transcedente. F. J. von R intelen , La «unidad del género humano » en L. A. Séneca (C. I.) planteó el mismo problema desde una perspectiva distinta, al acentuar que pa­ ra Séneca la naturaleza es la base de la sociedad, la ética su principio y la divinidad su fundamentación. La idea de la unitas generis hu - mani se halla en Séneca bajo el influjo de elementos teísticos, pero también bajo la tendencia cósmico-panteísta de toda su escuela, en cuanto acepta la doctrina sobre la «providentia» y el «fatum» en el sentido de la Estoa. De aquí la postura ambigua de Séneca al de­ terminar las relaciones personales entre los hombres y Dios y las del género humano entre sí. La expresión máxima de la unidad de éste sería la constitución de un estado mundial.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz