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248 L A M IS IO N O L O G IA E N E S P A Ñ A . lio de 1930. En dicha semana, la primera que en España se tenía, se realizaron los máximos esfuerzos para dar orientación científica a todo aquel movimiento misional ya existente en nuestra patria. No sólo eso, sino que se formó también entonces la AFEME (Asociación para el Fomento de los Estudios Misionológicos en España). Se com ­ ponía de diez entidades o miembros en representación de otras tan­ tas revistas, con el compromiso de publicar en 1Iluminare artículos o estudios de contextura científica a la par que misionológica 2. Otro de los frutos de la expresada Semana de Misionología fue la publicación de una B ibliotheca Hispana M issionum ; los dos primeros tomos contienen los trabajos presentados en la expresada Semana y se imprimieron en Barcelona en 1930. A esos siguieron otros cuatro más, impresos en 1933, en los que se ha dado cabida a obras de im­ portancia, como estudios sobre cuestiones o misiones concretas. Finalmente, se proyectó en esa ocasión la composición de un Ma­ nual de Misionología, que pudiera ponerse de texto en los Seminarios y en los Colegios mayores de los Institutos religiosos. Aunque es ver­ dad que ya en el Congreso misional de 1929 se había sacado a con­ curso con el correspondiente premio, al quedar desierto, se volvió en esta Semana a urgir la necesidad del mencionado texto. Al expirar el plazo de este nuevo concurso, 30 de jun io de 1931, fue premiado el Manual de M isionología, presentado por los capuchinos PP. Pío M.a de Mondreganes y Gumersindo de Escalante, que dos años después, en 1933, se publicaba y difundía profusamente en España 3. No hay duda de que este Manual en lengua española, el primero y, también podemos añadir, el único completo que hasta ahora tenemos, dió entonces y ha seguido dando pauta a la formación misionera y misionológica de incontables eclesiásticos, seculares y religiosos, en las diversas ediciones alcanzadas. Puesto de texto en Seminarios y Cole­ gios mayores, forzosamente ha influido notable y eficazmente en ellos fijando conceptos, orientando y hasta como poderoso medio de pro­ paganda. Los méritos de este Manual se harán notar posteriormente. No queremos seguir dando otros datos. Nuestro intento no es por cierto hacer la historia de cómo se ha desarrollado el movimiento mi­ sional y misionológico en nuestra patria, sino sólo indicar en este apartado las actividades desarrolladas en este terreno, comenzadas 2. C itam os, entre otras, la revista El Mensajero Seráfico, de los P P . C ap u ch i­ nos d e C astilla, cuya a p o rta ció n literaria corrió a ca rg o del P . P ío M .‘ de M on d re­ ganes, y Archivo Ibero-Americano, que tu vo p o r represen tante al P. F idel d e Le- ja rza , O . F . M . 3. P. de M on d reg a n es y G . de E sca la n te, O . F . M . Cap., Manual de Misiono- logia, U n ión M isional del C lero de E spaña, V itoria 1933, p p. X X II-504.

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