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B U E N A V E N T U R A D E C A R R O C E R A 24 7 gran mérito la propaganda y el esfuerzo realizados para la formación de la conciencia del sacerdote respecto a las misiones y de su coope­ ración a la acción misionera de la Iglesia, logradas a través de la Unión Misional del Clero, fundada en España en diciembre de 1920. Su objetivo es y continúa siendo organizar en las diócesis, seminarios o concentraciones de clérigos, semanas y congresos misionales, sobre todo para sacerdotes y seminaristas, de tipo práctico y propagandís­ tico, pero también teórico, científico y especialmente formativo. Hay que confesar que tal esfuerzo, intenso y continuado, ha contribuido muy eficaz y poderosamente a despertar la conciencia del clero y lue­ go, como fruto indirecto y mediato, también entre los fieles. La revista lllumiiiare, órgano de la Unión Misional del Clero en España, viene siendo desde 1923, en que se fundó, una de las que ma­ yor influencia han tenido en esa formación y en ese despertar del clero. Con sus artículos de vulgarización o de carácter científico, con su labor insistente y llena de entusiasmo, ha sabido llevar adelante el ideal primitivo sin descanso y sin desalientos. No debe olvidarse que fue también la Unión Misional del Clero or­ ganizadora de exposiciones misionales, entre ellas la de Barcelona de 1929, así como de Congresos, celebrado el primero en ese mismo año en la Ciudad Condal. Si fructífero fue aquel, no resultó menos el de Burgos el año 1946. Aquí brotó la idea de celebrar las Semanas Mi­ sionales que anualmente, con tan numerosa asistencia de sacerdotes y seminaristas de ambos cleros y con tan positivos resultados, tienen lugar en dicha ciudad castellana. El tercero de sus Congresos se tuvo en Pamplona, en 1952, y el cuarto, en Salamanca, en 1957. A lo expuesto hay que añadir que ese año de 1929 y la mencionada Exposición Misional de Barcelona marcan el hito más importante y que da origen al movimiento científico y misionológico que desde en­ tonces se experimenta en España y que, si dio ya sus frutos antes de 1936, los siguió dando muy abundante y de extraordinaria importan­ cia a partir de 1939. En efecto, en esa Exposición Misional, que formó parte de la Inter­ nacional, estuvieron dignamente representadas las diversas misiones entre infieles a cargo de religiosos españoles en todas las partes del mundo; pero además fue cita de numerosos sacerdotes y seminaristas de uno y otro clero para el Congreso misional celebrado en septiembre del mismo año 1929. Los frutos de este Congreso se vieron y recogie­ ron muy pronto. Es conveniente recordarlos por ser de suma impor­ tancia y transcendencia en orden al estudio y desarrollo de la Misio- nología propiamente dicha. Fue, en primer lugar, la celebración de una Semana de Misiono- logia, que tuvo lugar también en Barcelona del 29 de junio al 5 de ju ­ 4

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