PS_NyG_1965v012n002p0245_0289

266 L A M IS IO N O L O G IA E N E S P A Ñ A . práctico, ya que también van en él las respuestas dadas al cuestio­ nario que previamente se había enviado, relativo al expresado tema, a los superiores de las misiones, a los misioneros, directores de semi­ narios, de casas de formación, etc. Por todas estas indicaciones puede deducirse que aquí se encuentra un importante arsenal de doctrina, tanto respecto de la vocación misionera como de la formación, sobre todo en el terreno práctico. Está recogida la experiencia de muchos años y de muchos misioneros, quienes con toda sinceridad manifies­ tan su sentir y su pensamiento acerca de problemas tan transcenden­ tales y de tan graves consecuencias para las misiones y que deben tener muy presente los directores de seminarios y de casas de for­ mación. Insertamos también aquí, por contener fondo casi totalmente doc­ trinal, el libro de Mons. Emilio de Hueto: Los Papas y la Santa In­ fancia. Colección de documentos, Vitoria 1957, 250 pp. En él se dan los textos originales y su traducción castellana de la casi totalidad de los documentos relativos a la mencionada Obra Misional Pontificia. Por eso mismo y por la doctrina de los Papas, que en ella se encierra, ade­ más de su utilidad práctica, la reseñamos en este apartado. Para completar lo dicho y, partiendo de que la Misionología doc­ trinal trata de estudiar también los fundamentos de la acción misio­ nera de la Iglesia, estando íntimamente relacionada con ella la voca­ ción a las misiones, queremos citar algunos libros relacionados con ésta. Sea el primero el de Enrique Fare, traducido al castellano: La vocación misionera en los Seminarios diocesanos, Madrid 1961, 176 pp. Se trata de establecer principias generales y de cómo se pueden fo ­ mentar las vocaciones misioneras en los Seminarios diocesanos, estu­ diándolas en su origen y desarrollo y proponiendo también las difi­ cultades que puedan surgir. Esa doctrina puede muy bien tener apli­ cación a todas las vocaciones misioneras. Doctrinal y práctico a la vez es este libro de Joaquín Goiburu: Parroquia y Misiones, Ed. «Pro Fide», Madrid 1955, 222 pp. En él más que exponer lo que son las misiones, trata de dar a conocer cómo de­ be comportarse el párroco misionero entre los feligreses encomenda­ dos a su cuidado espiritual en orden a la predicación misional y el modo de organizar el apostolado relacionado con las misiones. Más interesante, respecto a las cuestiones que ahora tratamos, es sin duda la siguiente obra del P. Ignacio Omaechevarría, O. F. M .: Mi­ sioneros seglares, Bilbao 1952, 236 pp. Aquí se estudian muy particular­ mente los fundamentos teológicas de la cooperación de los seglares a la obra de las misiones. Consigna también en sus páginas el movi­ miento prometedor que en ese sentido comenzaba a notarse, dando como prueba de ello datos concretos e históricos de no poco valor.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz