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2 1 6 P A L A B R A , C U L T O V T E S T IM Ò N IO . tizó (I Cor. 1, 16). Por supuesto su oración por la Iglesia era con­ tinua y la ejemplaridad de su vida era un testimonio, una predi­ cación a favor del Evangelio ls. También era un carismàtico, que puso los dones recibidos al servicio de la Iglesia (I Cor. 14, 18). Pero Pablo quiso edificar la Iglesia, ante todo, por la fuerza de la Palabra. Lo que llamamos elemento «kerigmático» y espe­ cialmente bajo la forma de predicación tiene plena preponde­ rancia en Pablo como medio de edificar el Cuerpo de Cristo. Pa­ ra un examen más detenido de este tema nos remitimos a estu­ dios ya realizados 19. Dentro de este elemento «kerigmático» incluimos también ciertos aspectos de esta palabras-acciones que llamamos sacra­ mentos. Efectivamente, el elemento esencial primario del sacra­ mento, su «forma» está constituido por palabras eficaces, que realizan lo que significan. Pero también es esencial a todo sa­ cramento su cualidad de «proclamación de la fe», su carácter kerigmático. Y en cuanto son signos expresivos y protestativos de la fe, los sacramentos son la expresión más densa de la pa­ labra: palabra-acción. Es el momento donde la fuerza de la pa­ labra productora de vida divina y constructora de la Iglesia lle­ ga a su más honda manifestación. Sin embargo, el sacramento también tiene el carácter de ser ima acción del culto cristiano, los actos primordiales de este culto y, bajo este aspecto, que es el principal en el sacramento, podríamos incluirlo en el aparta­ do siguiente. 3. E lem en to cultual. Por elemento cultual entendemos todos aquellos actos que se refieren directamente a la alabanza, acción de gracias, petición, 18. L a «co n tin u a » ora ción de P a b lo p o r la Iglesia puede verse, p o r ej., R m . 1, 10; E f. 6, 18-20; 2 T es. 1, 11-12; F lm . 4 ; C ol. 1, 9 ; I T es. 3, 10; I T im . 2, 1-7. Es bien co n o cid o que, den tro de lo s rasgos del «p ro fe ta » (e n ­ viad o de D ios), en tra el ser u n a «figu ra o r a n t e » : L os p ro feta s del A . T esta ­ m ento, Jesús, P ablo. R e sp ecto a la «e jem p la rid a d » de v id a h a y que afirm ar tam bién que el «a p óstol» (p ro fe ta ) está person alm en te in corp o ra d o y com ­ p rom etid o en el M en sa je, lleván d olo en su vida. R e sp ecto a P ablo puede verse, A . de V illa lm o n te , Teología de la predicación en san Pablo, en Natur. Grac. 12 (1965) p p. 18-25. 19. C fr. A . de V illa lm o n te , art. cit., p p. 3-43.

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