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50 F IL O S O F IA N E O E S C O L A S T IC A . ¿Es real —físicamente real— el principio de indeterminación de Hei­ senberg? ¿Significa la falta de causalidad en el mundo físico? Respecto de lo primero, concede sin discusión la realidad de una imprecisión esencial en las mediciones de la física cuántica 4. A lo segundo, luego de distinguir con nitidez el concepto físico de causa (como, nexo de sucesión de los fenómenos, como su regu­ laridad y también como su nexo psicológico) del metafisico (rela­ ción ontològica comunicadora de ser) del cual el concepto científico no sería sino un aspecto 5, acusa al autor del p.i. de precipitación en las conclusiones, de confusionismo, extrapolación, etc., situando la raíz de los errores de la física moderna en su ignorancia del papel de la ciencia experimental y del triple grado de abstracción, o en la invasión de terrenos de la metafísica, para concluir: Si el p.i. no intenta sino expresar la incertidumbre actual del observador, estoy de completo acuerdo. Pero si quiere afectar al principio de causa­ lidad, negamos todo derecho de la física en ese campo 6. Justifica su actitud brevemente en las siguientes aserciones: hoy no es posible con los métodos cuánticos la previsión segura en los dominios de la física subatómica, a causa de la interacción insu­ perable entre el sujeto y el objeto y por el aspecto atómico comple­ mentario. Tal es el sentido de las relaciones de indeterminación y la única esfera de verdad para el p.i., que expresa únicamente el límite de nuestro conocimiento. También la obra de R. P uigrefagut refleja síntomas de esa acti­ tud que hemos llamado reaccionaria. «Toda vez que partiendo de estos principios —escribe— se llega necesaria y lógicamente a las relaciones de incertidumbre, ora se proceda por los métodos moder­ nos de la Mecánica cuantista estrictamente tal o de la Mecánica ondulatoria, ora se siga el camino del cálculo clásico, cabe concluir que la crisis y caída del determinismo físico —en el sentido arriba expuesto— puede ser considerada incurable y definitiva 7. «Al lado —que no enfrente— de este determinismo, de carácter marcadamente mental y subjetivo, que hemos también apellidado científico, por tener existencia y aplicación sólo en el campo de las ciencias exactas de la naturaleza, existe otro, de sello abiertamente real y objetivo, al que cuadra muy bien la designación de óntico u 4. O. c., 192. 5. Ibid., 193-194. 6 . Ib id ., 200. Véase también La "relación de incertidumbre" de Heisenberg y el sentido de medición y realidad en fisica, 1. c., 13 (1958) 202-205; Causalidad y causalidad débil, en Xenium 2 (1958) 39-40. 7. R. Puigrefagut, ¿Crisis del determinismo en la física contemporánea?, 1. c. 67.

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