PS_NyG_1965v012n001p0045_0071
64 FILOSOFIA NEOESCOLASTICA. tos accidentes. Que tal indeterm in ismo físico no repugne lo sugieren estas consideraciones: un determ inismo estricto ha sido filosófica m ente probado sólo en el sentido de que «una m isma cosa bajo idén ticas circunstancias obra necesariam ente del m ismo modo», en virtud de la unicidad de form a sustancial de la que la acción procede 40; pero nunca se ha demostrado que «bajo las m ismas circunstancias empíricas ocurra siempre lo m ismo, independientemente de si en los estratos metampíricos de la realidad se tiene perfecta identidad o no», pues la realidad m aterial podría encerrar pequeñas diferencias cualitativas, por ejemplo, entre los átomos de una m isma especie acciden talm en te diferentes, de donde dimanaría la diversidad de acción y el determ inismo ontológico. Además, la física clásica se basaba en el supuesto, nada evidente desde el punto de v ista filosófico, de que «a los m ismos fenómenos subyace también necesariamente la m ism a cosa», principio paralelo al célebre «de una m ism a causa, un m ismo efecto». En la imposi bilidad de probar esos supuestos, ve De Vries la puerta franca a un cierto indeterminismo físico objetivo, en virtud del cual dos seres «físicamente idénticos» — sus diferencias ontológicas no son cap ta - bles por la definición operativa— podrían producir efectos diversos 41. Su sentido último sería que la presencia de unos m ismos accidentes reales sensibles no determ ina necesariamente qué efectos físicos han de producirse. De Vries se encarga de indicar uno de los posibles modos de realizarse tal indeterm inismo. Aunque todo efecto inconsciente pro ceda con necesidad natural, a causa de la unidad de forma, muchas veces, sin embargo, la ordenación natural de fuerzas operantes para conseguir su acción peculiar puede estar determ inada sólo genérica mente ; de este modo quedaría espacio para un juego (Spielraum ) de posibilidades diversas. La salida de esa indeterm inación genérica se la darían al agente principal las interacciones de los cuerpos cir cunstantes, los cuales determ inarán igualmente cuál de las m ú lti ples posibilidades se realizará en concreto, o sea, específicamente 42. El efecto total sería, pues, producido por la causación condivisa entre la fuerza genérica de la causa y el in flu jo especificante de los con currentes (Pártner). Habría, pues, una doble indeterm inación, o una «determ inación incom p leta»: la interna, propia de la causa prin cipal, y la circunstancial, del medio. Es la con junción de ambas lo que elim ina el indeterm inismo. Pero a esto nadie podría llamarlo en serio libertad, no pudiendo tampoco la indeterm inación , tal como es defendida por la física cuántica, considerarse como autodeterm i nación del fenómeno. De Vries relaciona también su explicación con la teoría de Santo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz