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GERMAN ZAMORA DE TORRALBA 61 Ta l contingencia física o biológica es de signo negativo, es decir, d imana de una deficiencia de dominio o perfección. Su fundamen to filosófico es la materia ■prima como pura posibilidad para todo. De donde se sigue que todo ser corpóreo es constitu tivam en te provisorio. La forma, en cambio, es en cada uno raíz de la necesidad, como también en las leyes físicas, que dom inan el fenóm eno sólo extrín­ secamente (o form a lm en te), pues su naturaleza ín tim a rehuye la formu lación o se da bajo la apariencia de inmutabilidad, bajo la que es abstraída aquella naturaleza de la instable y fluyente realidad. Al problema de si el indeterm in ismo es ontològico o sólo gnoseo­ lògico, responde Fabro que es, sin género de duda, ambos, y primero in essendo, porque «la contingenza é ima situazione ontica prima che gnoseologica». De este modo el indeterm in ismo de la física cuantista se inserta en la noción m eta física de contingencia o radical inesta­ bilidad del ser finito. Por lo m ismo, debe tenerse como aparente el determ inismo de los procesos globales (ley de los grandes números) y como real y constitutiva la indeterm inación de los procesos ele­ mentales. W . B ü c h e l : determinismo incompleto. Büchel se p lan tea casi toda la problemática cosmológica susci­ tada por la nueva física. Por lo que m ira a nuestro tem a , trataremos de exponer con la mayor fidelidad y concisión las líneas clave de su pensam iento. Empieza por reducir el ámbito de investigación a los dos problemas cap ita les: 1) Problema onto-cosmológico : ¿En e l mundo inorgánico vige el determ inismo o el indeterm inismo? 2) Problema gnoseo-cosmológico: ¿La teoría cuántica se conecta con el realismo crítico o con el subjetivism o de cualquier especie? Respondiendo a esta cuestión — que no nos ocupa ahora— Büchel adscribe la física cuantista al realismo, que resuelve el problema mediante el conocim iento analógico : nuestro conocim iento del m icro­ cosmos sería proporcionalmente sem ejan te al conocim iento que por analogía tenemos de Dios Para resolver el problema ontologico cree Büchel que no debe­ mos empezar por preguntarnos acerca de la causalidad o libertad, 34. Büchel, D ie D isk u ssio n u m d ie I n te r p r e ta tio n d e r Q u a n te n p h y s ik , en S ch o la s tik 29 (1954) 234 ss. P ara el p rob lem a del co n o cim ie n to a n a ló g ico del m icrocosm os, cf. Büchel, Z u r n a tu r p h ilo s o p h is c h e -e r k e n n tn is th e o r e tis c n e n P r o b le ­ m a tik d e r Q u a n te n p h y ú k , ibid. 28 (1953) 161-185 y Selvaggi, L e r ö le d e l’a n a lo g ie d a n s les th é o r ie s p h y tiq u e s, en A c te s d u X l e C o n g r. I n te r n a t, d e P h ilo s., vol. V I (A m sterd am -L ou vain 1953).

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